La inflación de Alemania se mantiene en el 2,3% en febrero y la subyacente cae al 2,6%
La inflación se mantuvo sin cambios en Alemania en febrero, cuando el Índice de Precios de Consumo (IPC) volvió a situar su tasa interanual en el 2,3%, como se esperaba, según los datos adelantados por Destatis, la Oficina Federal de Estadística.
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Los precios de los alimentos aumentaron un 2,4%, frente al 0,8% de enero, el coste de la energía disminuyó un 1,8%, en comparación con la bajada del 1,6% del mes anterior, y los servicios se encarecieron un 3,8%, desde la subida del 4% de enero.
Por su parte, la tasa de inflación subyacente, es decir, excluyendo los alimentos y la energía, se moderó tres décimas en febrero, hasta el 2,6%.
Mientras, el Índice de Precios al Consumidor Armonizado (IPCA), el indicador de inflación de referencia del Banco Central Europeo (BCE), se mantuvo en el 2,8%.
"La estimación preliminar de la inflación alemana para febrero supuso un pequeño alivio para el BCE", apuntan los analistas de ING, que creen que estas cifras "deberían allanar el camino para un recorte de tipos la próxima semana".
Comentan que los datos regionales disponibles indican que "los efectos favorables de la base energética, así como la caída de los precios del alcohol, la atención sanitaria y los bienes domésticos, ejercieron una presión a la baja sobre la inflación, mientras que los precios de los alimentos volvieron a acelerarse. La inflación de los servicios también continuó su tendencia a la baja muy gradual".
De cara al futuro, consideran que "un factor importante de la inflación general seguirá siendo el precio de la energía, que ha experimentado una subida vertiginosa en los últimos meses, una subida que podría continuar fácilmente, dependiendo de si las tensiones geopolíticas se suavizan o se intensifican".
Sin embargo, en lo que respecta a la inflación subyacente, ven que habrá dos tendencias opuestas que determinarán la trayectoria futura de la inflación: "Por un lado, el enfriamiento del mercado laboral debería eliminar las presiones salariales y, en consecuencia, también la presión inflacionaria, mientras que, por otro lado, la transmisión tardía de los mayores costes de los servicios sigue en pleno apogeo".
"Al mismo tiempo, el reciente aumento de las expectativas de precios de venta en la industria también es preocupante y podría verse agravado por la próxima entrada en vigor de los aranceles europeos", añaden. Como resultado, calculan que la inflación general alemana se estabilizará en el rango del 2% al 2,5% durante todo el año.