Wedbush cree que los aranceles encarecerán los coches hasta 10.000 dólares en EEUU
El comercio mundial se prepara para entrar en un nuevo régimen este miércoles con el Día de la Liberación de América, la fecha elegida y bautizada por el presidente de EEUU, Donald Trump, para anunciar de manera oficial sus aranceles recíprocos, que previsiblemente tendrán un fuerte impacto en sectores como el automotriz, como alertan los analistas de Wedbush.

Los expertos de la firma aseguran que "esta política arancelaria estadounidense causará un caos total en la industria automotriz mundial y elevará el precio de un automóvil típico para el consumidor estadounidense entre 5.000 y 10.000 dólares".
En Wedbush han llegado a estas cifras después de hablar "con muchos representantes de la industria automotriz de Estados Unidos, Europa y Asia". Además, recuerdan que "Ferrari ya anunció que, después del 1 de abril, subirá los precios de ciertos modelos en respuesta al nuevo arancel".
"Todos los fabricantes de automóviles del mundo tendrán que subir los precios de alguna manera al vender en Estados Unidos, y la logística de la cadena de suministro de este anuncio arancelario, que se escucha en todo el mundo, es difícil de comprender en este momento", apuntan.
Uno de los objetivos que persigue Trump con esta medida es provocar que las compañías lleven sus centros de producción a EEUU, y en el caso de las firmas locales, que trasladen de vuelta al país los procesos que realizan en otros territorios, aunque en Wedbush ven poco realista esta pretensión, y apuntan que "el concepto de un fabricante de automóviles estadounidense con piezas fabricadas exclusivamente en Estados Unidos es una ficción inexistente y que tomaría años hacerlo realidad".
"Incluso los fabricantes estadounidenses que producen automóviles en EEUU obtienen entre un 40% y un 50% de sus autopartes provenientes del extranjero. Un automóvil estadounidense con todas las piezas estadounidenses fabricadas en EEUU es una ficción imposible hoy en día. En nuestra opinión, trasladar el 10% de la cadena de suministro automotriz a EEUU tomaría 3 años, lo que costaría cientos de miles de millones de dólares, con gran complejidad y disrupción", explican.
En total, consideran que esta medida "suma 100.000 millones de dólares en costos anuales para la industria automotriz, que se trasladarán directamente al consumidor y erosionarán claramente la demanda desde el primer día de la aplicación de los aranceles".
"Además, añadimos que los acuerdos con los proveedores se cierran con años de antelación, y muchas fábricas y centros de producción podrían tardar entre 4 y 5 años en construirse en EEUU, lo que refleja la enorme frustración de la industria, ya que las reglas del juego arancelario estadounidense son insostenibles, en nuestra opinión. Pensamos que el ganador de este arancel no es nadie", concluyen.