Funcas prevé que los aranceles de Trump resten 2 o 3 décimas al PIB de España
Los aranceles recíprocos anunciados por Donald Trump en el Día de la Liberación han abierto una ventana de incertidumbre en los mercados y la economía global. La Unión Europea (UE) ha sido una de las grandes perjudicadas con tarifas del 20%, pero ¿cómo afectarán a España? Desde Funcas creen que su impacto será "relativamente limitado".

"Se puede estimar que la imposición de un arancel promedio del 20% restaría directamente entre 2 y 3 décimas de PIB español. Este cálculo incorpora, por una parte, el descenso de las exportaciones españolas hacia EEUU y, por otra parte, el impacto negativo para las exportaciones españolas que se deriva del debilitamiento de los mercados europeos provocado por la escalada arancelaria", señalan.
En primer lugar, explican que un arancel del 20% podría generar una reducción del volumen exportado directamente a EEUU del 20%. "Esto es bajo la hipótesis de un traslado completo del arancel al precio final y de una elasticidad de la demanda con respecto al precio final de uno, en línea con lo observado en el episodio de proteccionismo durante el primer mandato de Trump. Ello restaría 0,17 décimas de PIB: la caída anticipada de las exportaciones restaría 0,22 puntos de PIB, un impacto ligeramente atenuado como consecuencia de la reducción de los suministros importados por las empresas que venden en el exterior (0,05 puntos)".
En segundo lugar, desde Funcas comentan que la ralentización de la economía europea provocada por las restricciones arancelarias también tendrá una repercusión sobre nuestras exportaciones, particularmente en los sectores que suministran componentes a la industria automotriz, una de las más castigada.
"El valor estimado de las exportaciones españolas que se incorporan en los envíos de otros países europeos hacia EEUU ronda los 9.000 millones de euros. En base a esta estimación, y conforme al anterior razonamiento, la aplicación de un arancel del 20% podría restar cerca de 0,08 décimas adicionales de PIB", añaden.
Con todo, advierten que el impacto puede ser más elevado en algunos sectores concretos, para los que EEUU constituye un mercado relevante. Así, por ejemplo, hacen referencia a que más del 10% de las exportaciones totales de equipos generadores de fuerza, grasas y aceites, buques, vino y ciertos productos químicos se destinan a dicho mercado.
EFECTOS INDIRECTOS
Por otro lado, en Funcas subrayan que la ola proteccionista junto con el clima de incertidumbre que se ha instalado en todo a la política económica de la principal potencia mundial son una amenaza para la economía global, y por tanto para una economía "tan dependiente del exterior" como la española.
"Los principales indicadores de coyuntura apuntan ya a una fuerte ralentización en EEUU. Por su parte, China se enfrenta al desafío de tener que compensar el impacto de los aranceles sobre su industria en un contexto de demanda interna renqueante. La recesión se cierne sobre otros países", comentan.
Esto, sin obviar que la respuesta a los aranceles impuestos por EEUU será otro factor determinante. La presidenta de la Comisión Europea ha prometido represalias contundentes, que podrían consistir en un incremento de tarifas sobre las importaciones de ciertos productos. El recurso al Instrumento Anti-Coerción es otra opción con capacidad disuasoria y cuya activación solo depende de la aprobación por una mayoría cualificada de Estados. De momento, Bruselas no ha desvelado sus intenciones, mostrando su disponibilidad para la negociación.
En cuanto al impacto de la política arancelaria de Trump sobre la inflación, en Funcas dicen que son varias las vías por las que la guerra comercial puede impactar en la evolución de los precios.
"Los aranceles impuestos por EEUU a los productos españoles, en principio, no tienen un impacto directo sobre los precios pagados por los consumidores españoles. Lo que puede ocurrir es que determinados productos de gran consumo, como el aceite o el vino, al cerrarse –o reducirse sensiblemente– el mercado norteamericano, dirijan sus ventas al mercado nacional, lo que supondría, a corto plazo, una bajada de sus precios para los consumidores españoles".
Así, los principales canales por los que el impacto podría ser alcista sobre los precios son dos. "En primer lugar, los aranceles que la UE imponga a EEUU como represalia. No obstante, son muy pocos los bienes al consumo que España importa de ese país, por lo que este efecto sobre el IPC español sería irrelevante. En segundo lugar, los aranceles sobre bienes intermedios utilizados en los procesos de producción también podrían acabar trasladándose, en su totalidad o en parte, a lo largo de la cadena de producción, hacia los precios finales al consumo. Este efecto tampoco es probable que sea de gran magnitud, salvo que la respuesta europea alcanza una agresividad mayor de la que ahora se plantea".
No obstante, si la guerra arancelaria acaba derivando en una recesión, el impacto sería fundamentalmente deflacionario.
Pero también puede ocurrir, según Funcas que, si las medidas arancelarias de Trump se acaban convirtiendo en permanentes, supondrán una reorganización de los flujos de comercio internacional y de las cadenas de producción globales, con un impacto difícil de predecir sobre el nivel general de precios.