El Nikkei, uno de los grandes perjudicados por las políticas arancelarias de Trump
Tras firmar un brillante 2024, el Nikkei japonés acumula descensos superiores al 10% desde principios de enero. Así, solo en lo que llevamos de semana, el selectivo nipón se deja cerca de un 4%. Recortes que los analistas de IG achacan a la “volatilidad de fondo derivada de un mercado claramente a la defensiva”.

Así, en su opinión, la incertidumbre tiene un nombre claro: Donald Trump. El presidente estadounidense y su política comercial están siendo factores clave en la volatilidad de los mercados globales. En este contexto, una nueva ronda de aranceles recíprocos está a punto de entrar en vigor, generando una ola de preocupación entre los inversores. Si bien la intención de estas medidas es fortalecer la industria nacional estadounidense, su impacto secundario golpea a economías altamente dependientes de las exportaciones, como Japón.
La incertidumbre en torno a las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón ha puesto en jaque a diversos sectores, particularmente el automovilístico, generando fuertes caídas en las cotizaciones bursátiles y revisiones a la baja en los beneficios empresariales en el país asiático.
EL SECTOR AUTOMOVILÍSTICO, UNA INDUSTRIA EN PELIGRO
El sector automotriz japonés es uno de los más expuestos a las políticas proteccionistas de Estados Unidos. Empresas icónicas como Toyota, Honda y Nissan dependen en gran medida de los mercados internacionales para sostener su crecimiento. La expectativa de nuevos gravámenes sobre las exportaciones de automóviles ya ha comenzado a generar efectos negativos como revisiones a la baja en las proyecciones de beneficios, caídas en la cotización bursátil de las principales automotrices japonesas y ajustes en las previsiones de inversión y producción debido a la incertidumbre comercial.
Japón, a diferencia de otros países, no ha logrado concretar acuerdos bilaterales que lo protejan de este tipo de medidas unilaterales por parte de Washington. Esto le deja en una posición vulnerable y refuerza el sentimiento de inestabilidad en los mercados financieros.
EL EFECTO EN LOS INVERSORES
Los inversores no solo miran con preocupación el impacto de los aranceles, sino también el panorama general de la economía japonesa. Cualquier perturbación externa amplifica las debilidades internas del país, que lucha contra un crecimiento anémico, una población envejecida y un consumo interno limitado.
EL CONTEXTO ECONÓMICO JAPONÉS: DEBILIDADES Y RIESGOS
Un informe reciente reveló una caída en la confianza empresarial durante el primer trimestre del año. Este dato es una señal de alerta para el gobierno y los inversores, ya que indica que las empresas prevén dificultades económicas en el futuro cercano. La incertidumbre sobre la demanda externa y el estancamiento del consumo interno están pesando en la percepción empresarial.
Uno de los pocos motores que podría compensar la caída de las exportaciones es la demanda interna. Por ello, los analistas esperan con gran atención la publicación de los datos de gasto de los hogares, que se dará a conocer este viernes. Si este indicador resulta inferior a las expectativas, podría generar una nueva ola de ventas masivas en la Bolsa de Tokio y agravar aún más la situación del Nikkei 225.
REFUGIOS SEGUROS
En tiempos de incertidumbre, los inversores buscan alternativas seguras para resguardar su capital. En este contexto, el oro ha alcanzado máximos históricos, reflejando un fuerte apetito por activos refugio. La preocupación por la inflación, la desaceleración económica y las tensiones geopolíticas han llevado a los inversores a mover su dinero hacia activos considerados más estables.
Este fenómeno también impacta en el Nikkei 225, ya que los capitales que tradicionalmente se invierten en acciones japonesas podrían desviarse hacia el oro, los bonos del Tesoro estadounidense o el yen, generando una mayor presión bajista en la Bolsa de Tokio.
UN MERCADO ATADO A LA POLÍTICA
El Nikkei 225 se encuentra atrapado entre dos fuegos: los problemas internos de la economía japonesa y las presiones externas derivadas de la política comercial de Estados Unidos. A corto plazo, la evolución del índice estará determinada más por decisiones políticas que por fundamentos económicos. Y en los mercados, eso siempre es sinónimo de incertidumbre.
La próxima semana será clave para conocer el impacto real de los nuevos aranceles y la reacción del gobierno japonés. Mientras tanto, los inversores seguirán con la mirada puesta en Washington y Tokio, buscando señales que les permitan anticipar los próximos movimientos en los mercados financieros.
La volatilidad será la norma, y en este juego de estrategias comerciales y diplomáticas, el Nikkei 225 continuará reflejando el nerviosismo global.