Wall Street comienza la semana con pérdidas y con el petróleo disparado
Wall Street continúa la tendencia de los últimos días y sigue retrocediendo mientras el precio del petróleo continúa disparado por la guerra en Ucrania, después de que EEUU haya confirmado que estudia, junto a la Unión Europea y los miembros del G7, aplicar un embargo a las exportaciones de petróleo ruso.
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El barril Brent sube a estas horas un 1,68%, hasta los 120,10 dólares. El West Texas escala un 0,52%, hasta los 116,30 dólares. El primero ha alcanzado un máximo intradía de 139,13 dólares durante la noche, máximos desde julio de 2008. Y el segundo ha llegado a subir hasta los 130,50 dólares, también niveles que no se veían desde esa fecha.
La amenaza de embargar el crudo ruso, sin embargo, no ha detenido la ofensiva militar que Vladimir Putin ha lanzado sobre Ucrania, y que contempla la destrucción completa del país. El Kremlin no está dispuesto a desaprovechar su ventaja estratégica sobre el terreno y lucha para hacerse con el control de las principales ciudades.
Moscú ha emprendido una carrera sin retorno cuyas consecuencias marcarán el futuro de Europa en el siglo XXI. Sin embargo, Rusia ha lanzado un mensaje a Ucrania, ya que su portavoz, Dimitri Peskov, ha comentado a Reuters que si se comprometen a ser un estado neutral y reconocen como territorios rusos Crimea, Donestk y Lugansk, detendrán el ataque "en cualquier momento". Con todo, la Unión Europea a través del presidente del Consejo Europeo Charles Michel ha anunciado que estudiará la solicitud de acceso de Ucrania "en los próximos días".
The EU's solidarity, friendship and unprecedented assistance for #Ukraine are unwavering.
— Charles Michel (@eucopresident) March 7, 2022
We will discuss Ukraine's membership application in coming days.
En este sentido, los inversores siguen vendiendo de manera agresiva renta variable europea, debido a que el Viejo Continente es sin duda la región más afectada por el conflicto. Así, la renta variable americana puede actuar como activo refugio por el reposicionamiento de las carteras globales hacia EEUU.
Aunque este reposicionamiento no libra a Wall Street de prolongar su movimiento correctivo, ya que la economía americana tiene sus propios problemas con la inflación, que se encuentra en máximos de los últimos 40 años.
Así, muchos inversores consideran que la economía americana se dirige hacia un periodo de estanflación, que consiste en bajo crecimiento con alta inflación, lo que sin duda no es el mejor escenario para las bolsas. Sobre todo porque la mano salvadora de la Fed no puede ahora sostener a los mercados, ya que tiene las manos atadas por la elevada inflación.
En el mercado de divisas, el dólar también actúa como activo refugio ante la elevada incertidumbre global. El euro se deprecia un 0,16% ($1,00908) y marca mínimos desde mayo de 2020. Por su parte, el bitcoin rebota un 0,65% ($39.146).
En otros mercados, la onza de oro es otro de los activos preferidos de los inversores, ya que repunta un 0,47%, hasta 1.976 dólares; mientras la rentabilidad del bono americano a 10 años avanza hasta el 1,784%.
En la escena empresarial, las compañías de tarjetas de crédito americanas Visa, Mastercard y American Express han cancelado sus operaciones en Rusia por la agresión rusa a Ucrania.
Además, Netflix también ha anunciado este lunes la suspensión de su servicio en Rusia.
Por otra parte, la cadena de artículos para el hogar Bed, Bath & Beyond se dispara un 70% tras la entrada en su capital del presidente de GameStop.
A nivel estratégico, Bank of America destaca que el conflicto bélico amenaza con una crisis de precios y una "recesión global" provocada por "accidentes en los mercados financieros, la subida del petróleo y un ciclo de escalada de sanciones militares".
En su opinión, mientras no haya señales de un final de la guerra, "los inversores deben ser defensivos al máximo" porque "la guerra es inflacionaria". Buena prueba de ello es que los precios de las materias primas han registrado su comienzo de año más alcista desde 1915.
Además, indican que "la guerra también es estanflacionaria" y ponen como ejemplo la guerra del Yom Kippur y la crisis del petróleo del 73, que provocó un desplome del 40% en el S&P 500 desde sus máximos. En aquella época, recuerdan que la Fed endureció su política, pero los precios del petróleo no se revirtieron en 1974 y se mantuvieron estructuralmente altos a pesar del cese de las hostilidades.
Por análisis técnico, el S&P 500 "sigue desplazándose dentro de un canal bajista de corto plazo bastante claro, con un importante soporte en los mínimos de febrero (4.114 puntos) y como resistencia la zona de los 4.450 puntos. Figura de vuelta no tenemos y los máximos y mínimos decrecientes siguen ahí, intactos. Por ello, no podemos decir que la fase correctiva haya tocado a su fin. Pero sí que está mucho más fuerte que Europa", explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía.