Trump está de vuelta: "No esperamos que haga todo lo que ha anunciado o amenazado"
Donald Trump está de vuelta. El republicano toma posesión este lunes como 47° presidente de Estados Unidos y abre una nueva etapa en el país en la que medidas como los aranceles, los recortes de impuestos o las deportaciones de inmigrantes indocumentados tendrá un impacto a nivel global. Con todo, los analistas creen que "no hará todo lo que ha anunciado o amenazado durante su campaña".
Así lo indican los expertos de Berenberg, para quienes a corto plazo, "algunas de sus iniciativas clave, como la desregulación de la energía y otros sectores y los recortes de impuestos darán un impulso al crecimiento".
Sin embargo, a largo plazo, "aranceles más altos y menos inmigración, así como una aparente inclinación al capitalismo clientelista junto con la polarización política y una inclinación a ignorar las reglas y convenciones que no le gustan, pueden perjudicar el lado de la oferta de la economía", añaden.
Por ello, prevén que el PIB real de EEUU se expandirá un 2,4% en 2025, por encima del 2,1% de consenso de Bloomberg, pero que se desacelere al 1,8% a partir de 2027.
En este sentido, en la firma alemana no quieren adelantarse sobre qué harán Trump y su gobierno al frente del Despacho Oval, aunque sí señalan los supuestos en los que basan sus predicciones sobre crecimiento, inflación y tipos de interés de los bancos centrales.
En primer lugar dicen que las deportaciones y los controles fronterizos más severos reducirán a casi cero el flujo neto de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos. "De ser así, un aumento mensual de las nóminas de 100.000 dólares sería suficiente para mantener estable la tasa de desempleo estadounidense a finales de este año".
Por otro lado, hacen referencia a que los aranceles, la escasez de mano de obra causada por una menor inmigración y una mayor demanda apoyada por recortes de impuestos "sumarán a la inflación más de lo que la desregulación la restará. Como la inflación básica del PCE estadounidense se mantiene por encima del 2,5%, la Reserva Federal (Fed) apenas tendrá margen para recortar más las tasas (como escenario base, proyectamos que la Fed no recortará en absoluto)". "El impacto inflacionario de las políticas de Trump no será lo suficientemente grave como para obligar a la Fed a subir las tasas", remarcan los estrategas.
Y remarcan que, aunque Trump comenzará con algunos aranceles muy visibles contra China y posiblemente Canadá y México, "esperamos que dependa más de amenazas de aranceles de importación futuras que de grandes aranceles iniciales para iniciar las negociaciones con la Unión Europea (UE). Tanto Trump como su equipo, así como la UE, parecen estar mejor preparados para estas –y otras– negociaciones que cuando comenzó el primer mandato de Trump a principios de 2017".
El otro punto de atención es la geopolítica, uno de los "mayores" problemas, especialmente para Europa. "Nuestras previsiones para Europa (una consolidación gradual del crecimiento a partir de la primavera de 2025 en adelante, a medida que el comercio mundial en el sector manufacturero se recupere, los recortes de tasas del BCE funcionen y Alemania implemente algunas reformas después de su elección del 23 de febrero) se basan en el supuesto implícito de que Trump no simplemente desconectará a Ucrania".
De lo contrario, "una victoria rusa de facto podría enviar ondas de choque a través de Europa y empujar una oleada de refugiados ucranianos hacia la UE. Eso podría exacerbar los riesgos políticos y dañar la confianza de las empresas y los consumidores en Europa", comentan en Berenberg.
"NO ES BUENO, PERO PODRÍA SER PEOR"
En conjunto, estas suposiciones para los expertos germanos se traducen en "no es bueno, pero podría ser peor". "Dicho de otro modo, no proyectamos que Trump haga todo lo que ha anunciado o amenazado durante su campaña".
Incluso consideran que puede ser muy útil cierta disrupción, incluida la presión muy abierta sobre Europa para que haga más por su propia defensa (y por la de Ucrania). "Esperamos que algunos ciclos de retroalimentación frenen al menos un poco a Trump y a las escasas mayorías republicanas en el Congreso".
Entre estos "ciclos de retroalimentación" están que la inflación es impopular. "Un aumento de los precios causado por aranceles masivos estadounidenses podría provocar una reacción negativa de los votantes contra Trump y los republicanos en el Congreso. Es mejor no aumentar demasiado los aranceles de importación".
Del mismo modo, a Trump y a algunos de sus asesores les importan los mercados de valores. "El hecho mismo de que las valoraciones parezcan haber incorporado en los precios un efecto Trump pro-crecimiento podría ser útil en este sentido. Más allá de un posible efecto de comprar el rumor, vender el hecho, incluso una modesta decepción política podría desencadenar una corrección en los precios de las acciones –y, por lo tanto, enviar una señal al equipo de Trump para que reconsidere sus ideas".
El riesgo de que unos aranceles muy altos puedan obligar a la Fed a subir los tipos para evitar que el consiguiente aumento puntual de los precios desancle las expectativas de inflación podría desempeñar un papel en este sentido.
En la misma línea, el reciente aumento de los rendimientos de los bonos puede envalentonar a los halcones fiscales entre los republicanos del Congreso para que defiendan la cautela. "Aunque Estados Unidos, como refugio seguro del mundo, puede salirse con la suya con más locuras fiscales durante más tiempo que otros países, aumentar mucho más el déficit fiscal estadounidense mediante una ola de recortes de impuestos no financiados aún podría aumentar significativamente los costos de financiamiento para el gobierno estadounidense", agregan.
Por último, enfatizan que Trump ha elegido a algunos halcones notables en China para puestos clave en defensa y política exterior. "El equipo de Trump ya se ha alejado de la idea de que podría poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania en 24 horas. Con suerte, pueden convencer a Trump de que una victoria de Putin –y por extensión de Xi Jinping de China y Kim Jong Un de Corea del Norte– en Ucrania sería el peor comienzo posible en política exterior para su segunda presidencia".
En resumen, subrayan que la gama de posibles resultados es inusualmente amplia. Pocas veces las perspectivas han dependido tanto de las decisiones políticas inmediatas en Estados Unidos. "Pero debido a los ciclos de retroalimentación descritos anteriormente, somos cautelosamente optimistas respecto de que, en medio de riesgos inusuales, 2025 aún podría terminar siendo un año satisfactorio para la economía mundial y los mercados globales", concluyen en Berenberg.