Deutsche Bank: "Los desafíos deberían acelerar las conversaciones de coalición" en Alemania
La Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) han ganado las elecciones generales en Alemania y podrán gobernar si se forma una gran coalición junto con los socialdemócratas (SPD). "El resultado más probable es ahora una coalición bipartidista", dicen los analistas de Deutsche Bank, que creen que "los desafíos geopolíticos y económicos deberían ayudar a acelerar las conversaciones de coalición".
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Históricamente, estas conversaciones suelen durar dos o tres meses. "Dados los enormes desafíos geopolíticos y económicos que enfrenta el país, el líder de la CDU, Friedrich Merz, pretende acelerar esta vez las negociaciones de coalición, con el objetivo de asegurar únicamente un acuerdo de coalición de alto nivel lo más rápidamente posible", señalan.
Dicho esto, apuntan que el SPD probablemente necesitará un tiempo tras un resultado electoral difícil, por lo que "será importante ver quién lidera las conversaciones exploratorias en nombre del SPD en los próximos quince días".
Además, "otra complicación es que el SPD probablemente sometería cualquier acuerdo de coalición a votación de sus miembros". Por lo tanto, consideran que "es poco probable" que el nuevo gobierno empiece a funcionar antes de abril.
Los resultados oficiales muestran que la CDU/CSU ganó las elecciones obteniendo el 28,6% del total de votos. Por detrás se han colocado el partido de extrema derecha AfD con el 20,8% y el SPD con el 16,4%. Mientras, los Verdes quedaron en cuarto lugar con un 11,6%. De los partidos pequeños, la Izquierda entrará al Parlamento con el 8,8%.
Con este panorama, "el resultado más probable es ahora una coalición bipartidista entre la CDU/CSU y el SPD", remarcan en Deutsche Bank: "Una coalición con el SPD, antes conocida como gran coalición, es la única coalición bipartidista viable, ya que los conservadores han descartado gobernar con la AfD o con la izquierda".
No obstante, ven que tener una sola opción puede limitar la influencia de los conservadores en la negociación de recortes de impuestos y reformas del lado de la oferta. Al mismo tiempo, sin embargo, la perspectiva de una coalición bipartidista liderada por una CDU/CSU fuerte probablemente será vista como algo positivo por el sector empresarial alemán, prometiendo menos estancamiento político e incertidumbre que bajo el gobierno saliente.
A pesar de la perspectiva de una coalición de gobierno más eficaz en los próximos cuatro años, "es preocupante que una gran coalición no tenga una mayoría constitucional ni siquiera junto a los Verdes, ya que los tres partidos poseen conjuntamente poco menos del 66% de los escaños. Esto significa que cualquier cambio constitucional, incluido el freno a la deuda, dependerá del apoyo de la izquierda o de la AfD", comentan.
Creen que esto "podría ser visto como algo negativo por los mercados en términos de reducir la probabilidad de un cambio decisivo en el régimen fiscal en Alemania. También desde una perspectiva corporativa, no será nada tranquilizador que los partidos centristas carezcan de una mayoría constitucional".
En este sentido, indican que cualquier reforma para frenar la deuda, incluido el gasto de defensa, dependería del apoyo de uno de los partidos marginales: "Esto no es imposible, pero exigirá importantes compromisos políticos. La izquierda no apoyaría ningún aumento del gasto de defensa, habiendo hecho campaña a favor de reducirlo y de hecho habiendo votado en contra del primer fondo de defensa fuera del presupuesto en 2022. Sin embargo, está a favor de mayores inversiones en infraestructura y de abolir el freno a la deuda".
"En teoría, podría haber un consenso entre los partidos, con la izquierda, sobre la creación de un fondo de infraestructura fuera del presupuesto o sobre la exención de la inversión en infraestructura del freno de la deuda para crear más espacio para el gasto de defensa en el presupuesto básico. Esto probablemente limitaría aún el alcance del gasto adicional de defensa en el próximo mandato, pero al menos crearía cierto margen de maniobra", aseguran.