Los tipos bajos llevan a la banca a cobrar a pymes y la gran empresa por depósitos
La eterna situación de bajos tipos de interés en la zona euro deja a las entidades financieras con pocas alternativas para aumentar su rentabilidad. El Banco Central Europeo (BCE) no tiene intención, por el momento, de cambiar estas circunstancias, al tiempo que se afana en aclarar que la baja rentabilidad de las entidades no se debe únicamente a su política monetaria. En todo caso, algunos bancos, con el objetivo de compensar los costes que les genera esta situación están empezando a cobrar tanto a las grandes empresas como a las pymes por los depósitos que mantienen en sus arcas, según informan fuentes del sector.
Esta medida cuenta con el visto bueno de los supervisores, de acuerdo con las mismas fuentes. “El Banco de España y el BCE les han dado su bendición”, explican a Bolsamanía.
Cuando los tipos de interés comenzaron esta senda a la baja, ya se debatía en el mercado sobre la posibilidad de que los bancos quisieran compensar la falta de ingresos cobrando por los depósitos.
Hay varias modalidades de esta práctica. Algunas entidades exigen ya a sus clientes de empresas un pago por sus grandes depósitos, otras llegan a acuerdos puntuales con determinados clientes que tienen depositados grandes volúmenes, mientras que otras rechazan cobrar por el pasivo, pero también remunerarlo, según explican otras fuentes.
Los bancos pueden permitirse este tipo de medidas, dado que las grandes compañías tienen menos flexibilidad para cambiar de entidad en comparación con la que puede tener un particular, así que no existe riesgo de que se produzcan fugas de capitales masivas.
LOS PARTICULARES QUEDARÁN AL MARGEN
En todo caso, las entidades no se plantean, de momento, cobrar por los depósitos de los particulares. Así lo confirmó el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante un desayuno celebrado hace unos días. “No preveo que vaya a pasar y nosotros no queremos hacerlo”, respondió a la pregunta de si se plantean cobrar a los clientes minoristas por sus depósitos.
No obstante, añadió que “claramente hay que adaptar las reglas del juego” al hecho de que los tipos de interés vayan a permanecer en esta situación hasta, al menos, el primer semestre de 2020, tras lo cual el BCE se plantea, incluso, una rebaja. “Aún no estamos preparados para pensar en tipos negativos, cinco años después me sigue costando pensar en tipos negativos”, reconoció después de explicar que los mercados indican que aún quedan “dos o tres años más”.
EL TEMA VA PARA LARGO
La situación de bajos tipos de interés está lejos de ver su fin. Si el BCE preveía hace algunas semanas que se alargaría hasta finales de 2019, ahora no cree que se produzcan cambios hasta el año que viene. Y estos podrían no ser al alza. Ya lo advirtió Mario Draghi, su presidente, hace unos días: “El BCE está preparado para recortar tipos y comprar activos si las contingencias adversas [proteccionismo y Brexit] se materializan".
El pasado marzo, el supervisor abrió la puerta a implementar medidas para paliar el efecto de los tipos negativos sobre la banca de la zona euro y, aunque no concretó las medidas, la agencias Reuters publicó que la autoridad monetaria podría reducir el interés que los bancos le pagan por mantener efectivo en sus arcas, una penalización equivalente al 0,4% de su exceso de reservas depositado allí.
Esta medida aliviaría en parte los balances de los bancos. Aunque las entidades no desglosan las cantidades depositadas, el conjunto de bancos de la zona euro tiene en sus arcas un total de 7.000 millones de euros, de acuerdo con Reuters. En su última reunión de tipos, celebrada el pasado jueves, sin embargo, el BCE mantuvo la facilidad de depósito en el -0,4%.