Saracho achaca a la "ley de Murphy" la sucesión de malas noticias en Popular
Emilio Saracho, expresidente de Popular, ha terminado su declaración como imputado ante el juez. Lo ha hecho achacando a "la ley de Murphy" la coincidencia en el tiempo de varias malas noticias sobre la entidad que contribuyeron a hundir el precio de la acción de Popular. Concretamente, se refiere al hecho de que el mismo 3 de abril de 2017 se comunicaran al mercado dos acontecimientos negativos: la reexpresión de las cuentas de 2016 y la dimisión de Pedro Larena, ex consejero delegado del banco.
Saracho ha explicado que la decisión de comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la necesidad de reexpresar las cuentas de 2016 la tomó el comité de auditoría y no él mismo, según informan fuentes jurídicas presentes en la declaración. Se publicó a través de un hecho relevante el 3 de abril de 2017. La comisión de Auditoría, según este relato, consideró necesario comunicar inmediatamente a la CNMV que era necesario un ajuste de las cuentas, pero realmente el banco disponía de un plazo de diez días para hacerlo.
Ese mismo día, horas después, el banco comunicó al supervisor de los mercados la salida de Popular de su consejero delegado, Pedro Larena. Lo hizo achacando la decisión a "motivos personales" del ex número dos de la entidad después de que se publicara en el diario Expansión.
Fuentes jurídicas explican que el exbanquero ha transmitido al juez que Larena no se encontraba cómodo desde que Miguel Escrig se incorporó como director general un mes antes.
El juez instructor del caso, José Luis Calama Teixeira, ha cuestionado al exbanquero de inversión por qué el banco decidió comunicar el día 3 de abril de 2017, una semana antes de la junta ordinaria de accionistas a la que Saracho acudió como presidente del banco, estas dos circunstancias en lugar de esperar a hacerlo después para tener "una junta tranquila". La explicación a la coincidencia que le ha dado Saracho es "la ley de Murphy", añaden las mismas fuentes.
En la que ha sido la segunda y última sesión de su declaración, Saracho ha vuelto a negar que él estuviera detrás de las filtraciones que se fueron sucediendo y que coadyuvaron a la caída del precio de la acción de Popular durante sus últimos meses. El exbanquero ha explicado al juez que no sabe de dónde salieron y que confía en su consejo, según explican otras fuentes presentes en la declaración.
El fiscal, por su parte, ha interrogado a Saracho por el origen de las filtraciones y, concretamente, por la noticia que El Confidencial publicó con el titular Saracho encarga la venta urgente del Popular a JP Morgan y Lazard por riesgo de quiebra. Las mismas fuentes explican que el exbanquero ha transmitido al juez que el banco interpuso una querella contra el diario, que fue archivada, y que él no recurrió el archivo porque ya se encontraba fuera del banco. Ha añadido que las palabras urgente y quiebra no se ajustaban a la realidad, según las mismas fuentes.