Moodys afirma el rating Baa2 de Naturgy por su "sólida fortaleza financiera"
Moodys ha afirmado las calificaciones de emisor a largo plazo Baa2 de Naturgy, así como las calificaciones de deuda sénior no garantizada respaldadas por Baa2 de la filial garantizada Naturgy Finance Iberia. También ha confimado el rating de emisor a corto plazo Prime-2 (P-2) de la compañía y la calificación a corto plazo de papel comercial respaldado por Prime-2 (P-2) de Naturgy Finance Iberia. Las perspectivas se mantienen estables tanto para Naturgy como para Naturgy Finance Iberia.
La agencia ha explicado que esta acción refleja la "sólida fortaleza financiera continua" de Naturgy, ejemplificada por un FFO/deuda neta del 25,4% en 2023, y la expectativa de que el grupo mantendrá un "perfil financiero consistente con una calificación Baa2, es decir, un FFO/deuda neta de entre el 15% y el 20% en términos porcentuales".
Esto refleja las previsiones de Moodys de que el gasto de capital durante el periodo 2023-25 será sustancialmente menor que los 10.000 millones de euros inicialmente planificados en 2023, como resultado de una mayor selectividad en la inversión en proyectos renovables tras un aumento en los costos de construcción y, en menor medida, en los tipos de interés.
"La acción de calificación también asume que el nuevo plan estratégico de Naturgy, que se dará a conocer a principios de 2025, será coherente con los objetivos revisados para 2021-25, incluido un enfoque en el crecimiento orgánico y la disciplina financiera, así como el pago anual de un dividendo de 1,40 euros por acción", han añadido desde la calificadora.
Así, y en términos más generales, la calificación Baa2 de Naturgy sigue reflejando su "gran escala y sólida posición" en los países en los que opera el grupo, y su combinación geográfica diversificada, que ayuda a moderar la volatilidad de los resultados.
"También refleja su sólida y diversificada combinación de negocios, que incluye una preponderancia de actividades reguladas que representaron el 47% del EBITDA de 2023, y la exposición a un negocio de generación de energía que está en gran parte contratado", han indicado.
No obstante, han remarcado que la compañía sigue enfrentando riesgos, entre ellos las posibles divergencias en las opiniones estratégicas de los accionistas tras el abandono del proyecto Gemini, que habría dado lugar a una división del grupo en dos entidades distintas, y la intención de dos grandes accionistas de salir de la estructura de capital.
"La calificación también está limitada por la presión competitiva en los mercados nacionales de suministro de energía y gas, ante una rotación ya elevada, y aunque el margen de suministro ha mejorado desde los mínimos de 2021, es probable que la feroz competencia reduzca la rentabilidad a largo plazo; y los riesgos de ejecución asociados con el considerable programa de gasto de capital del grupo", han aseverado.