Los rendimientos de los bonos japoneses marcan récords ante las apuestas de subidas de tipos del BoJ
Los rendimientos de los bonos del Gobierno japonés a muy largo plazo encadenaron nuevas subidas este martes, después de que el mercado intensificara sus apuestas a que el Banco de Japón (BoJ) aprobará otra subida de tipos en su reunión del 18 y 19 de diciembre. El movimiento ha disparado las alertas globales ante la posibilidad de que los inversores japoneses —grandes compradores de deuda extranjera— reduzcan su exposición a bonos de EEUU y Europa.

Durante la sesión, el rendimiento del bono japonés a 30 años avanzó 2 puntos básicos, hasta el 3,410%, un máximo histórico para esta referencia. El rendimiento del bono a 20 años también repuntó hasta el 2,905%, su nivel más alto desde junio de 1999.
El Banco de Japón está subiendo los tipos mientras la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales llevan meses recortándolos. La inflación sigue mostrando una persistencia inusual en la tercera mayor economía del mundo: los precios de Tokio —indicador adelantado a nivel nacional— subieron un 2,8% interanual en noviembre, muy por encima del objetivo del 2% del BoJ.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, sorprendió el lunes al señalar que el organismo "debatirá a fondo" la posibilidad de una subida de tipos en su reunión de diciembre, cuando buena parte del mercado esperaba una pausa, apoyándose en la postura más acomodaticia de la nueva primera ministra japonesa y en la incertidumbre sobre el impacto de los aranceles estadounidenses.
La reacción fue inmediata. Los rendimientos de la deuda pública subieron en todo el mundo, con el bono del Tesoro estadounidense a 10 años cerrando el lunes en el 4,095%, tras situarse por debajo del 4% a mediados de la semana pasada.
El movimiento también ha reavivado los temores en torno al yen carry trade, una práctica que durante décadas ha permitido a los inversores financiarse barato en yenes para comprar activos de mayor rendimiento, como Treasurys, acciones o bitcoin. La posibilidad de que estas posiciones empiecen a deshacerse presionó a los activos de riesgo, incluido bitcoin, que registró una fuerte caída el lunes.



