JP Morgan lanza una bomba: "El S&P 500 podría hundirse un 20% más"
En un escenario marcado por la volatilidad extrema, JPMorgan Chase ha sacudido al mundo financiero al ajustar sus proyecciones para el índice S&P 500, reduciendo su objetivo base de cierre de año a 5.200 puntos y presentando un escenario bajista de hasta 4.000 puntos.

La causa: la nueva estructura arancelaria anunciada por el expresidente estadounidense Donald Trump, que ha generado un verdadero shock económico, aumentando considerablemente las probabilidades de una recesión en Estados Unidos.
Los argumentos han sido detallados en un informe liderado por el estratega jefe de mercados de JPMorgan, Dubravko Lakos-Bujas, quien alerta sobre el deterioro de los fundamentos macroeconómicos y la creciente incertidumbre política.
EL DÍA DE LA LIBERACIÓN: UN ANUNCIO QUE HA SACUDIDO LA ECONOMÍA GLOBAL
El llamado Día de la Liberación, término utilizado por Trump para describir la imposición de tarifas universales y recíprocas a todos los socios comerciales de Estados Unidos, ha elevado el promedio de las tarifas efectivas del 3% al 19%. Esta medida equivale a un aumento fiscal del 2,4% del PIB, lo que representa el mayor choque impositivo desde 1968.
Según JPMorgan, "este nuevo régimen arancelario afectará directamente la estructura de costes de las empresas, muchas de las cuales absorberán parte del impacto de los 600 mil millones de dólares en tarifas proyectadas". "Dicha absorción -añaden desde la entidad- repercutirá inevitablemente en los márgenes de beneficio, la inversión y el consumo".
“Este choque macroeconómico podría provocar una recesión este mismo año, con la Reserva Federal respondiendo con hasta cinco recortes de tasas de interés antes de enero de 2026”, advierte Lakos-Bujas.
¿QUÉ ESPERA JP MORGAN DEL MERCADO?
Ante este panorama, JPMorgan ha delineado tres escenarios probables para el índice S&P 500 al cierre de 2025:
Escenario bajista: El peor de los casos
Si la estructura arancelaria actual se mantiene sin modificaciones, JPMorgan prevé un descenso del S&P 500 hasta los 4.000 puntos, lo que marcaría una caída superior al 20% desde los niveles actuales. Este escenario refleja una recesión prolongada, una caída en la confianza del consumidor y un deterioro significativo en los beneficios empresariales.
Escenario base: Una salida parcial
El escenario central, con un objetivo de 5.200 puntos, contempla una desescalada parcial de las medidas arancelarias, producto de presiones políticas, desafíos legales o cambios en la opinión pública. Este caso asume que se evitará una recesión severa, pero con crecimiento estancado y ganancias moderadas.
Escenario optimista: Un alivio inesperado
Por último, un escenario alcista de 5.800 puntos solo sería posible si hay una reversión significativa en la política comercial y una recuperación sostenida de la economía global. Este caso dependería de una combinación de relajación monetaria, estabilización de la demanda y un retorno de la confianza del inversor.
RECESIÓN A LA VISTA: PROYECCIONES ECONÓMICAS PARA 2025
De mantenerse las tarifas actuales, el equipo de análisis económico de JPMorgan estima que el Producto Interno Bruto de EEUU se contraerá un 0,3% en 2025, lo que marcaría una inversión respecto a las proyecciones previas de crecimiento. A la par, se espera que la tasa de desempleo se eleve hasta el 5,3%, afectando el consumo interno y debilitando la demanda.
Este contexto también ha generado una corrección masiva en las estimaciones de beneficios empresariales. Según Lakos-Bujas, "las revisiones a la baja en las ganancias podrían imitar el comportamiento típico de una recesión, dejando a muchas compañías con escaso margen de maniobra y una presión creciente para reducir costes".
INESTABILIDAD EN LOS MERCADOS: VOLATILIDAD Y SEÑALES DE PÁNICO
El viernes, el índice S&P 500 cayó por debajo del objetivo bajista anterior de JPMorgan (5.200 puntos), y los futuros del índice retrocedieron otros 120 puntos en las operaciones previas al lunes, configurando uno de los descensos más agresivos en solo tres días en la historia reciente de Wall Street.
Este colapso ha venido acompañado de una volatilidad descontrolada, un colapso de los factores de momentum y un claro proceso de desapalancamiento por parte de los grandes fondos, lo que indica una retirada masiva de capital de los activos de riesgo.
“Dada la velocidad del colapso, el pánico generalizado y el desarme de posiciones de renta variable, las probabilidades de un 'short squeeze' táctico son altas, especialmente si surgen titulares positivos”, asegura Lakos-Bujas.
¿QUIÉN TIENE EL CONTROL? LA POLÍTICA COMO VARIABLE DETERMINANTE
JPMorgan subraya que el destino del mercado bursátil estadounidense podría estar en manos de un solo individuo: Donald Trump, quien con una sola decisión podría suavizar o agravar la crisis. Hasta el momento, no se ha evidenciado una voluntad de retroceso por parte del expresidente, lo que ha eliminado el llamado “Trump Put”—la creencia de que Trump intervendría en defensa del mercado.
Sin embargo, el banco no descarta posibles desencadenantes de desescalada en el horizonte, como:
- Cambios en las encuestas electorales.
- Desafíos judiciales a las nuevas tarifas.
- Presión política por parte del Congreso o de sectores empresariales afectados.
RIESGOS ACUMULATIVOS: UNA ESPIRAL NEGATIVA
En ausencia de una reversión de las políticas actuales, JPMorgan advierte sobre una acumulación no lineal de riesgos. El informe detalla que la combinación de caída en el sentimiento del mercado, descenso de los beneficios y reducción de la actividad económica podría desencadenar un bucle de retroalimentación negativa, dificultando aún más la recuperación del mercado.
“El destino del mercado de renta variable está, esencialmente, en manos de una sola persona que puede, unilateralmente, aliviar o profundizar este shock”, concluye el informe.
CONCLUSIÓN: ¿QUÉ PUEDE ESPERAR EL INVERSOR?
Ante este panorama altamente incierto, los analistas recomiendan extremar la prudencia, diversificar carteras y estar atentos a los próximos movimientos en el frente político y económico. La intervención de la Reserva Federal, las elecciones presidenciales y la evolución del conflicto comercial serán claves para determinar si Estados Unidos logra esquivar una recesión o cae en una nueva etapa de contracción.
Lo único cierto, por ahora, es que el clima de inversión ha cambiado radicalmente y que los mercados seguirán reaccionando con alta sensibilidad a cualquier novedad relevante.
Como subraya Dubravko Lakos-Bujas, “el sentimiento de los inversores se ha deteriorado con rapidez, y el margen para el error se ha reducido considerablemente”