El estímulo fiscal alemán subiría 625.000 millones la deuda en cinco años: qué implica
El estímulo fiscal de Alemania podría traducirse en 625.000 millones de euros de nueva deuda en cinco años, lo que equivale al 13% del PIB, para financiar infraestructuras y defensa. ¿Qué implica esto para el país?

Como explican desde Scope Ratings, los primeros resultados de las conversaciones preliminares entre los posibles futuros socios de coalición del nuevo Gobierno alemán apuntan a un aumento anual del endeudamiento de una media de 50.000 millones de euros para infraestructuras y 75.000 millones para defensa.
No obstante, el gasto real podría ser menor en los primeros años de aplicación. Así, el gasto en defensa pasaría del 1,2% del PIB en 2024 a alrededor del 3%.
De aprobarse y aplicarse, la deuda pública alemana aumentaría hasta unos 3,7 billones de euros, o alrededor del 73% del PIB, en 2029, suponiendo un crecimiento económico medio del 1% y una inflación cercana al valor objetivo de alrededor del 2%.
"Esto permitiría que el ratio de deuda de Alemania se mantuviera por debajo del pico anterior del 80% del PIB, alcanzado en 2010 tras la crisis financiera mundial, aunque ligeramente por encima del nivel posterior a la pandemia de la Covid-19, que rondaba el 68% en 2020-2021", señala Eiko Sievert, analista de calificaciones soberanas y del sector público de la firma.
Recuerda que los gastos por intereses de Alemania ya estaban aumentando antes de los cambios propuestos en las provisiones para el freno de la la deuda, tras el fin del entorno de tipos de interés bajos en 2022.
"Es probable que esta trayectoria se acelere; sin embargo, dado que el vencimiento medio de la deuda es de unos 8 años, el impacto total tardará en materializarse. La rentabilidad de la deuda pública alemana aumentó bruscamente tras el anuncio de una mayor emisión de deuda futura, elevando el Bund a 10 años del 2,5% al 2,9%", añade.
Según sus perspectivas actualizadas, que incorporan rentabilidades ajustadas de los bonos, para 2029, esta proporción podría aumentar hasta aproximadamente el 3,7% en Alemania.
No obstante, si estas rentabilidades aumentaran un punto porcentual adicional y se mantuvieran elevadas en los próximos años, los pagos netos de intereses como porcentaje de los ingresos públicos podrían subir hasta aproximadamente el 4,4%, comenta.
Considera que el impacto directo en el crecimiento económico del gasto previsto de 625.000 millones de euros en infraestructuras y defensa durante los próximos cinco años en Alemania y Europa "tardará en materializarse y dependerá en parte de la resolución de las limitaciones de capacidad y de la proporción de aprovisionamiento nacional".
En concreto, Sievert detalla que, en el caso del gasto en infraestructuras, las prioridades actuales de inversión en redes ferroviarias y viales deberían acelerar la implementación y beneficiar a la economía en general. Además, un horizonte temporal a 10 años para el fondo especial de infraestructuras enviaría al sector privado la señal de que Alemania está comprometida con el apoyo al crecimiento en los próximos años. Esto debería reforzar la confianza y fomentar la inversión privada.
El impacto de los gastos de defensa será probablemente menor y dependerá en última instancia de la medida en que estos fondos se destinen a la producción nacional o a las importaciones extranjeras, incluidas las compras a Estados Unidos. Sin embargo, la exención del gasto en defensa de las restricciones del freno de deuda también permitiría a Alemania alcanzar el objetivo de gasto en defensa de la OTAN de más del 3% del PIB si fuera necesario, incluso si el gasto militar en el presupuesto anual se mantuviera sin cambios (en 52.000 millones de euros en el presupuesto de 2024, alrededor del 1,2% del PIB).
En su opinión, "el acuerdo reduce la presión sobre los socios de coalición para ajustar las prioridades de gasto presupuestario con el fin de apoyar la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y abordar las presiones estructurales, como las reformas de pensiones. También disuade a la próxima Administración de incorporar de manera permanente un gasto militar más alto dentro del presupuesto habitual".
"Otras reformas estructurales siguen siendo esenciales para abordar los altos precios de la energía, reducir la burocracia, las reformas del mercado laboral para aumentar la tasa de participación, los controles de inmigración que no perjudiquen la atractividad de Alemania para los inmigrantes cualificados, y la reforma fiscal para fomentar la inversión empresarial", concluye.