La UE retrasa la aplicación de los primeros aranceles contra EEUU hasta mediados de abril

"La Comisión ha decidido alinear el calendario de los dos conjuntos de contramedidas de la UE contra los aranceles de EEUU sobre el acero y el aluminio de la UE", ha comunicado el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, a CNBC.

"La UE sigue dispuesta a entablar un diálogo constructivo con Estados Unidos, con el fin de buscar una solución que evite daños innecesarios a ambas economías", han añadido desde Bruselas a Bloomberg.

Cabe recordar que la UE anunciaba hace unas semanas impuestos a productos estadounidenses por valor de unos 26.000 millones de euros tras la entrada en vigor de los aranceles del 25% al aluminio y el acero por parte de EEUU.

La primera ronda, que se iba a poner en marcha el 1 de abril, afectaba, por un valor de 8.000 millones de euros, a productos que van desde los vaqueros Levis hasta las motos Harley-Davidson pasando por el whisky de Bourbon, productos cosméticos o agrícolas.

Ya en una segunda etapa, la Comisión presentará un paquete de nuevas contramedidas para las exportaciones estadounidenses tras consultar con los Estados miembros y las partes interesadas.

Tras este anuncio, el presidente de EEUU, Donald Trump amenazaba con imponer aranceles del 200% al vino y a otras bebidas espirituosas de la UE.

"La Unión Europea, una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, creada con el único propósito de aprovecharse de Estados Unidos, acaba de imponer un arancel del 50% al whisky. Si este arancel no se elimina de inmediato, EEUU impondrá en breve un arancel del 200% a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países con representación en la UE. Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en EEUU", publicaba en su red social Truth Social.

Trump también ha prometido una nueva ronda de aranceles recíprocos a partir del próximo 2 de abril. En este sentido, el Gobierno estadounidense planea aplicar una tasa general a cada país, basándose en un cálculo de sus propios aranceles y otras barreras comerciales, como los impuestos digitales o los gravámenes al valor agregado.