La eurozona vive la contracción más marcada del año: los servicios se unen al declive de la industria
La tasa de contracción registrada en noviembre en la eurozona fue la más marcada desde enero pasado. De hecho, según el índice PMI, el sector servicios se une al declive que vienen sufriendo el sector manufacturero. "El sector manufacturero se está hundiendo cada vez más en la recesión y ahora el sector servicios está comenzando a tener dificultades después de dos meses de escaso crecimiento".
"El sector servicios se ha dado una zambullida inesperada, puesto que la actividad comercial cayó por primera vez desde enero", comentan en Hamburg Commercial Bank, donde creen que "no parece probable que se observe una recuperación en el corto plazo".
Por países, de nuevo fueron evidentes las diferencias entre los resultados. Tanto Alemania como Francia indicaron que su actividad total disminuyó en mayor grado que en octubre y Francia registró la caída más rápida de la actividad total desde enero pasado. En contraste, en el resto de la zona euro, la actividad total siguió en aumento, aunque el ritmo de expansión fue solo ligero y el más lento de la secuencia actual de 11 meses de crecimiento.
Según muestra el flash del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, cayó a 48,1 en noviembre, después de haberse situado en el nivel de ausencia de cambios de 50 en octubre. La actividad total se ha reducido en dos de los tres últimos meses.
Por primera vez desde enero se registró una reducción tanto de la actividad del sector servicios como de la producción manufacturera. Sin embargo, la reducción de la actividad comercial en el sector servicios fue solo leve y mucho más débil que la observada en el sector manufacturero, donde el ritmo de declive se aceleró frente al de octubre. La producción manufacturera ha disminuido por vigésimo mes consecutivo.
La caída de la actividad total reflejó un entorno de demanda decreciente. Los nuevos pedidos disminuyeron por sexto mes consecutivo en noviembre y en la mayor medida observada en 2024 hasta la fecha. La agudización de la reducción de los nuevos pedidos se hizo sentir tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios. En armonía con el panorama para los pedidos en general, los nuevos pedidos de exportación (que incluyen el comercio dentro de la zona euro) también disminuyeron con la mayor intensidad observada desde fines del año pasado. Los nuevos pedidos procedentes del extranjero disminuyeron intensamente, y en mayor medida que los nuevos pedidos en general.
Como el sector manufacturero continuó en declive, las firmas de nuevo recortaron su actividad de compras en noviembre. De hecho, la aguda contracción fue la más rápida del año hasta la fecha. Los stocks de compras y de productos terminados también disminuyeron y se redujeron en mayor medida que en octubre. Por último, los plazos de entrega de los proveedores se mantuvieron prácticamente estables, alargándose apenas fraccionalmente y en menor medida que en el mes anterior.
En cuanto al empleo, las empresas de la zona euro redujeron sus plantillas por cuarto mes consecutivo en noviembre, aunque el ritmo de recorte de empleo fue ligero y menor que el observado en octubre. No obstante, las tendencias de los dos sectores mostraron divergencias: las plantillas en el sector manufacturero se redujeron intensamente y en la mayor medida desde agosto de 2020. Por el contrario, el empleo en el sector servicios siguió en alza y el último aumento fue el más rápido de los últimos cuatro meses.
Los niveles de personal se redujeron en Alemania, pero aumentaron en Francia y en el resto de la zona euro.
Respecto a los precios, la tasa de inflación de los costes de los insumos se aceleró hasta su máxima de tres meses en noviembre, pero de todos modos fue inferior al promedio en 2024 hasta la fecha. Un agudo aumento en los costes de los insumos en el sector servicios fue mitigado en parte por la caída de los precios pagados en el sector manufacturero.
Los precios cobrados también aumentaron a un ritmo que fue mayor que el de octubre, pero el aumento fue menos intenso que el promedio para los primeros 11 meses del año. En concordancia con la situación de los costes de los insumos, el aumento de las tarifas en el sector servicios contrastó con la reducción de los precios de venta en el sector manufacturero. A nivel compuesto, los precios cobrados aumentaron en Alemania, Francia y el resto de la zona euro.
Por último, en lo referente a las perspectivas, la renovada reducción de la actividad total de noviembre se vio acompañada de una decreciente confianza empresarial con respecto a la actividad en los próximos doce meses. El sentimiento empresarial cayó abruptamente y fue el más bajo desde septiembre de 2023. La pérdida de confianza general estuvo centrada en el sector servicios, donde el optimismo cayó hasta su mínima en dos años.
El pesimismo estuvo presente en Francia por primera vez en cuatro años y medio, mientras que la confianza entre las empresas alemanas fue ligeramente mayor que en octubre. Entre tanto, el resto de la zona euro se mantuvo sólidamente optimista con respecto a la actividad en los próximos doce meses, aunque ligeramente menos positiva que en el mes anterior.
ENTORNO DE ESTANFLACIÓN
En Hamburg Commercial Bank consideran que "las cosas difícilmente podrían haber resultado mucho peor". Aunque reconocen que esto no les sorprende, "dado el caos político que impera en las economías más grandes de la zona euro últimamente. El Gobierno francés se tambalea y Alemania se dirige a unas elecciones anticipadas. Si añadimos la elección de Donald Trump como presidente de EEUU, no debería de extrañarnos que la economía se deba enfrentar a desafíos".
Aseguran que el entorno en noviembre "es el de una estanflación". Como explican, "por un lado, la actividad está mermando generalizadamente mientras que, por el otro, los precios de compra y de venta están aumentando más rápidamente".
"La inflación de los precios de venta del sector servicios es un dolor de cabeza importante para el Banco Central Europeo (BCE)". En vista de este panorama, consideran que algunos miembros del organismo podrían solicitar una pausa para los tipos de interés en diciembre, "pero la mayoría probablemente se aferrarán a un recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos".
Finalizan diciendo que "si la economía de la zona euro sigue debilitándose, los precios de compra podrían incluso aumentar en los próximos meses, especialmente si la Comisión Europea impone aranceles más proteccionistas en respuesta a las posibles alzas de los aranceles de EEUU".
¿ES TODO CULPA DE LA SITUACIÓN POLÍTICA?
"Todo parece indicar que 2024 terminará con una nota muy débil. Es probable que los principales acontecimientos políticos nacionales e internacionales de las últimas semanas hayan influido, y el sombrío estado de la coyuntura económica actual sugiere un impulso mucho más débil que el sugerido por los datos del PIB", dicen los expertos de Oxford Economics.
Sin embargo, matizan: "Si bien los acontecimientos políticos nacionales e internacionales ciertamente han jugado un papel en la configuración del pesimismo empresarial, no deberían asumir toda la culpa; por ejemplo, en 2016, después de la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, tanto el sector manufacturero como el de servicios experimentaron una recuperación".
"La reelección de Trump puede no causar un gran impacto directo en el crecimiento de la eurozona en 2025 dado el tiempo que lleva implementar los aranceles y una probable expansión fiscal grande en EEUU, pero los riesgos a medio plazo se inclinan a la baja si continúa con sus políticas proteccionistas al máximo, con el riesgo de una guerra comercial en toda regla entre la UE y EEUU", exponen.
A su parecer, las perspectivas a corto plazo para la eurozona "siguen siendo pesimistas" y, con el empeoramiento de las encuestas y el sector manufacturero todavía estancado, "los riesgos a la baja están aumentando". Consideran que, a pesar de las "sombrías cifras", creemos que el listón sigue siendo alto para un recorte de tipos de 50 puntos básicos por parte del BCE en diciembre.
Por su parte, los analistas de ING apuntan que el PMI de noviembre "es otra llamada de atención para los responsables de las políticas de la eurozona, que advierten que la economía sigue mostrando signos de debilidad. Pero después de que las cifras del PIB del tercer trimestre mostraran una aceleración, la pregunta es hasta qué punto se tomará en serio esta señal".