Morgan Stanley elige a esta empresa como la mejor forma de aprovechar el rally del oro
El precio del oro encadena récord tras récord y el mercado debate si se avecina un superciclo de inversión en minería. En este contexto, Morgan Stanley ha publicado un informe en el que identifica a una compañía del sector de equipos de minería como la mejor manera de posicionarse en el rally del metal precioso.

Según los analistas del banco de inversión estadounidense, el mercado del oro se encuentra en una situación de oferta limitada y demanda creciente. La producción minera mundial apenas ha crecido un 0,3% anual desde 2018, mientras que la demanda de inversión, liderada por los bancos centrales y los fondos cotizados (ETF), podría aumentar un 37% anual de media entre 2026 y 2029. Con el precio del oro por encima de los 4.000 dólares por onza y perspectivas de mantenerse elevado en el largo plazo, las mineras están reactivando proyectos y evaluando expansiones, lo que abre una oportunidad clara para los fabricantes de maquinaria y servicios asociados.
En este entorno, Morgan Stanley afirma que su mejor recomendación para jugar la tendencia alcista del oro es una compañía de equipos de minería con fuerte exposición al metal precioso, sólida ejecución operativa y potencial de crecimiento sostenido hasta el final de la década. Se trata de la sueca Sandvik, para la que tiene un consejo de sobreponderar. Los analistas destacan que esta empresa cotiza con descuento frente a sus comparables directos y podría anunciar un programa de recompras, lo que reforzaría el atractivo para los accionistas.
TRES RAZONES CLAVE PARA ELEGIR SANDVIK
En concreto, Morgan Stanley apoya su tesis de inversión en tres factores principales:
Exposición al oro. Sandvik cuenta con la mayor exposición al metal dorado dentro de su subsector, lo que la sitúa como una beneficiaria directa de los altos precios y del aumento de inversión en proyectos mineros. El banco destaca que la estrechez del mercado del oro respalda un crecimiento sólido y constante de la división de minería durante el resto de la década.
Recuperación del negocio de mecanizado. Su división de Machining (mecanizado) —líder de mercado— está entrando en recuperación tras ocho trimestres consecutivos de caídas, lo que añade un vector adicional de crecimiento a la compañía.
Disciplina en la asignación de capital. Sandvik ha adoptado una política más estricta en este frente y podría anunciar recompras de acciones en el corto plazo, lo que reforzaría el atractivo de la acción.
Además, Morgan Stanley subrayan que Sandvik cotiza a un múltiplo de 14,4 veces EV/EBIT 2026e, frente a las 18,3 veces de su rival Epiroc, lo que supone un descuento significativo a pesar de su mejor perfil de crecimiento y ejecución. El banco estima un potencial alcista del 5% frente al consenso en EBIT para 2026.
¿SUPERCICLO DEL ORO?
El fuerte repunte del precio del oro y la oleada de estudios de viabilidad en proyectos mineros han reavivado el debate sobre si el sector podría estar entrando en un nuevo superciclo de inversión, como el vivido en la primera década de los 2000.
Sin embargo, Morgan Stanley descarta un escenario de esa magnitud. Sus analistas reconocen que el entorno de precios altos está impulsando el reinicio de proyectos antes considerados inviables y que compañías como Barrick, con la expansión de Lumwana, o Perseus Mining, con el desarrollo de Nyanzaga en Tanzania, ya están ejecutando nuevas inversiones relevantes. Aun así, subrayan que los grandes proyectos greenfield (de nueva construcción) se enfrentan a un obstáculo estructural: los permisos regulatorios y las trabas administrativas, que pueden alargar décadas la puesta en marcha de una mina, como ocurre en Estados Unidos, donde en promedio un permiso puede tardar hasta 29 años en concederse.
En este contexto, Morgan Stanley cree que lo más probable es que el aumento del capex en minería de oro sea gradual y sostenido, más que explosivo. Ese crecimiento se apoyará en la extensión de la vida útil de minas existentes, en la reactivación de yacimientos que antes eran antieconómicos y en proyectos de expansión más selectivos.



