La libra, bajo presión por el choque entre el Parlamento y Johnson sobre el Brexit
La libra cotiza este arranque de septiembre en mínimos de más de 10 días, por debajo de los 1,21 dólares, por el inminente choque entre el Parlamento británico y el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, cuando los diputados retoman la actividad tras el receso de las vacaciones.
Además de la maniobra del premier de la semana pasada, mediante la que la Cámara Baja de Westminster volverá a la inactividad el 9 de septiembre y prolongará el tradicional receso de septiembre cinco semanas, Johnson afronta la oposición de los laboristas y tories a su amenaza de Brexit duro. El primer ministro ha amenazado con purgar a cualquier diputado de su partido que vote en contra del Gobierno sobre Brexit, según fuentes de alto rango del partido conservador.
Los operadores se preparan para la batalla final sobre los términos del divorcio, ante la inminente maniobra de los socialdemócratas de Jeremy Corbyn y los tories rebeldes para aprobar una legislación exprés que evite el llamado Brexit duro o para lanzar una moción de censura contra Johnson, lo que llevaría al país a elecciones anticipadas.
"Todo parece sugerir que los británicos volverán a las urnas más pronto que tarde", explica Michael Hewson, analista de CMC Markets. "Esta semana tiene el potencial de cambiar el panorama significativamente si los diputados logran aunar fuerzas para evitar el Brexit sin acuerdo de una forma u otra", prosigue el experto y estos hechos "determinarán cómo le irá a la libra".
La moneda se cambia de manos en 1,2070 dólares y frente al euro lo hace en 0,9077 libras, pero "su reacción a los acontecimientos de los próximos días cada vez es más difícil de prever", escribe Hewson, en una nota para clientes. El experto apunta a que el curso más probable de los acontecimientos es que los conservadores rebeldes se pongan de acuerdo para forzar al Gobierno a solicitar una prórroga más allá del 31 de octubre.
Otro parche a un problema que se enquistaría otros ocho meses ya que "no hay ninguna certeza de que en este tiempo se halle una solución capaz de desatascar el atolladero actual que mantiene a Reino Unido paralizado desde hace tres años", prosigue el experto de CMC Markets. Además, agrega, la Unión Europea (UE) debe garantizar una nueva extensión en primer lugar.