Donald Trump 2.0
Los votantes han reelegido a Donald Trump por su insatisfacción con la economía, por la nostalgia por la baja inflación y las expectativas de un cambio hacia una situación real y no las ficciones que el Gobierno demócrata quería aplicar a sus próximos cuatro años. Un claro baño de realidad.
Las principales herramientas económicas de Trump serán las mismas que en ese primer mandato: aranceles y bajadas de impuestos. Pero hay una diferencia. Los aranceles que está planeando serán más claros y más focalizados, y los recortes de impuestos estarán dirigidos a la gran base de clase media, de los que el Gobierno actual no ha oído ni hablar.
La Reserva Federal recortó los tipos de interés el jueves 7 por segunda vez este año y parece ser que será el último recorte hasta la toma de posesión el 20 de enero 2025. Esto debería mantener los riesgos de recesión al mínimo.
Su primera oportunidad para establecer sus políticas, será en materia de aranceles, donde puede actuar sin el permiso del Congreso. Aun así, los procedimientos administrativos y las negociaciones podrían retrasar la implementación. En su primer mandato, transcurrieron 11 meses entre el inicio del caso contra China y la imposición de aranceles. Esta vez Trump ha propuesto aranceles mucho más altos: al menos el 60% para China y entre el 10% y el 20% para todos los demás, incluida Europa. Esto sugiere que los aranceles podrían plantear un riesgo inflacionario mayor que en su primer mandato.
Por el lado de los impuestos, se centrará en las empresas con menores impuestos e incluso supresión de ellos en ciertas actividades que crean empleo. Los impuestos más bajos deberían proporcionar algún impulso, se estima que un gobierno republicano unificado impulsaría el crecimiento en 0,5 puntos porcentuales en 2025 y 0,4 en 2026. Los recortes de impuestos también aumentarían el déficit y ejercerían presión al alza sobre las tasas de interés.
Trump ha propuesto una regulación más suave, por ejemplo de las fusiones y de la industria del petróleo y el gas. Estas deberían impulsar el crecimiento y la confianza empresarial y contener la inflación.
Trump 2.0 será un Trump con mucho control mediático y con una situación que le convertirá en un "pato cojo", que no puede ser reelegido no más allá del 2028. Un Trump muy diferente que pensará mucho en su legado.