Fidelity, a por los bonos y el inmobiliario británicos en plena era Boris Johnson
El ascenso de Boris Johnson al 10 de Downing Street ha puesto en jaque a los mercados. Su promesa de llevar a cabo un Brexit cueste lo que cueste pesa, y mucho, entre los inversores. Para Fidelity esto es una oportunidad de inversión y la gestora estadounidense aprovecha para volcarse en la deuda y el real estate británicos.
Así lo expresa la entidad en su informe sobre perspectivas económicas para el tercer trimestre del año. En el, destaca su predisposición hacia dos activos a medio plazo (entre 12 y 18 meses): los bonos (conocidos como gilts) y el inmobiliario británicos.
Fidelity reconoce que el nombramiento de un sucesor de Theresa May como Boris Johnson incrementa la sensación de riesgo que percibe el inversor. Y pese a que "la perspectiva que arroja es una incertidumbre hasta cierto punto, las valoraciones siguen siendo atractivas".
Gota a gota. Poco a poco, el dinero y la inversión vuelven a tierras británicas. La gestora señala que "en el segundo trimestre de 2019 y tras un tranquilo último trimestre de 2018, empieza a haber señales de un mayor movimiento en el mercado de activos financieros".
La clave es el timing. Fidelity asegura que "el mercado británico de real estate ofrecerá una ventana de oportunidad para aquellos inversores que entren en el momento perfecto e incluso puedan aprovecharse de activos infravalorados de los que se desprenderán otros inversores más desesperados". Dentro de este escenario, los ganadores más claros son "los inversores británicos con mucho efectivo".
¿SE PUEDE GANAR EN BOLSA CON EL BREXIT?
Boris Johnson ha sido la gran noticia de la semana. Por ello, casas de análisis como la firma suiza UBS no han dejado escapar la ocasión para analizar las oportunidades de inversión que presenta, en este caso, en renta variable.
UBS asegura que, en caso de una nueva prórroga más allá del 31 de octubre, tendrá lugar un "rally de alivio" al que se pueden subir los inversores. De tener lugar una salida de la UE sin acuerdo, la entidad suiza anticipa "más riesgo y volatilidad con unas ganancias mayores para las compañías locales por su correlación con la fragilidad de la libra esterlina".
El resultado de un Brexit desordenado daría a las empresas británicas solo tres años y medio para amoldarse a ese nuevo ecosistema. Todas ellas estarían expuestas a "una escala y un impacto que variaría significativamente según el caso de cada una".