La extrema derecha no perturbará el futuro de UE, según Berenberg
Las encuestas apuntan que los partidos euroescépticos de extrema derecha conseguirán 180 escaños de 751 en el Parlamento Europeo en las elecciones del próximo 26 de mayo. La pregunta es si este resultado podría perturbar la gobernanza de Europa. Y la respuesta de los expertos de Berenberg es tajante: no.
"Por espectaculares que puedan ser los resultados para algunos grupos de derechas, algunos de los aumentos más recientes en su apoyo se producen a expensas de partidos de izquierda igualmente perturbadores", explican estos analistas. Además, tomado en conjunto, Berenberg subraya el hecho de que los partidos incondicionalmente pro-europeos todavía pueden esperar una mayoría de casi el 65% en el Parlamento Europeo.
Estos analistas advierten, eso sí, de que es posible que, en función de estos resultados, tres de los cuatro grupos principales, en lugar de dos, tengan que unir sus fuerzas en el Parlamento Europeo en el futuro para tomar decisiones clave, como la confirmación del próximo presidente de la Comisión Europea (CE) o la ratificación de un nuevo presupuesto. "Para el centro-derecha, el centro-izquierda, los liberales y los Verdes esto parece factible. Bruselas funcionará", auguran estos expertos.
MÁS IMPACTO EN EL HOGAR
Mucho más importantes podrían ser las consecuencias del resultado europeo a nivel nacional. "Un mal resultado para el SPD alemán podría hacer que el desorientado partido se retire de la coalición con la canciller alemana Angela Merkel, allanando el camino para que Annegret Kramp-Karrenbauer tome el mando de una nueva alianza con los Verdes y los liberales", advierten estos analistas, que reconocen que es "muy improbable, pero no imposible".
En Italia, un triunfo de la derecha podría llevar al líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, a poner fin a la coalición con el Movimiento 5 Estrellas y a la celebración de nuevas elecciones, posiblemente a finales de septiembre.
En Reino Unido, otra humillación tanto de los conversadores como de los laboristas podría exacerbar aún más el panorama político y obligar a estos dos partidos tradicionales a acabar finalmente con el Brexit de una forma u otra.
LOS MEJORES PUESTOS ESTÁN EN JUEGO
En dos cumbres -el 28 de mayo y el 20 y 21 de junio- los dirigentes de la Unión Europea (UE) intentarán repartir los puestos de trabajo más importantes. "Si el centro-derecha se comporta inesperadamente bien en las elecciones de la UE, su Spitzenkandidat alemán, Manfred Weber, tendría un fuerte reclamo para liderar la Comisión Europea", señalan desde Berenberg, y añaden que Francia entonces "probablemente nombraría entonces a François Villeroy de Galhau (o Sylvie Goulard) como próximo presidente del BCE".
Por otro lado, si Weber no cuaja, Francia puede enviar a Michel Barnier (o Sylvie Goulard) a dirigir la CE. "Alemania puede entonces reclamar al BCE para Olli Rehn o incluso para Jens Weidmann. En cualquier caso, Italia puede pedir un precio de consolación, quizás un italiano como nuevo jefe de política exterior de la UE. Si es así, un candidato de un miembro más pequeño de la UE podría suceder a Donald Tusk como presidente del Consejo Europeo", concluye la firma alemana.