Bruselas estudia revertir la prohibición de los coches de combustión a partir de 2035
La Comisión Europea (CE) se plantea dar marcha atrás en la prohibición de vender coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035, en un giro relevante de su estrategia climática y de política industrial. Según publica Reuters, Bruselas podría anunciar este martes una revisión sustancial de la normativa aprobada en 2023.

De acuerdo con fuentes comunitarias y del sector citadas por la agencia, la revisión podría traducirse en un retraso de cinco años en la entrada en vigor del veto o en una flexibilización indefinida de la prohibición, cuyos detalles aún están siendo negociados por los responsables europeos. De confirmarse, sería el mayor repliegue de la UE en materia de políticas verdes de los últimos cinco años.
Sería el mayor repliegue de la UE en materia de políticas verdes de los últimos cinco años
La norma vigente obliga a que todos los coches y furgonetas nuevos vendidos en la Unión Europea (UE) sean libres de emisiones de CO₂ a partir de 2035. Sin embargo, países como Alemania e Italia, junto con los grandes fabricantes europeos, han intensificado su presión ante las dificultades para cumplir los objetivos en plazo y la creciente competencia de los productores chinos y estadounidenses.
Según recuerda Reuters, Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo en el Parlamento Europeo, defendió recientemente que la Comisión presente "una propuesta clara para abolir la prohibición de los motores de combustión", al considerar que se trató de "un grave error de política industrial".
DIVISIÓN EN EL SECTOR
El posible cambio de rumbo ha abierto una brecha en la industria del automóvil. Los fabricantes tradicionales, como Volkswagen o Stellantis, presionan para relajar los objetivos ante la fuerte competencia de los coches chinos de menor coste. En cambio, las compañías centradas en el vehículo eléctrico alertan de que revertir el veto supondría ceder aún más terreno a China en la transición hacia la electrificación.
"El nivel tecnológico está preparado, la infraestructura de recarga está preparada y los consumidores están preparados", afirmó a Reuters el consejero delegado de Polestar, Michael Lohscheller, cuestionando la necesidad de retrasar los objetivos.
Los fabricantes europeos reconocen avances en su oferta eléctrica, pero sostienen que la demanda ha sido inferior a lo esperado, en parte por el mayor precio de los vehículos y por una red de recarga aún insuficiente. Incluso los aranceles impuestos por la UE a los coches eléctricos fabricados en China solo han aliviado parcialmente esa presión.
En este contexto, el consejero delegado de Ford, Jim Farley, señaló recientemente, en declaraciones recogidas por Reuters, que el actual marco regulatorio "no es una realidad sostenible hoy en Europa" y que los objetivos de emisiones no están bien equilibrados con las necesidades de la industria.




