Sigue la guerra de Housers y su exsocio: la firma le achaca la multa de la CNMV
Más madera en la guerra entre Housers y su exsocio Antonio, ‘Tono, Brusola. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hizo públicas el jueves tres multas a la firma que suman un total de 215.000 euros. Las sanciones, que corresponden a conductas ejercidas por la compañía hace más de dos años, fueron abonadas hace meses por Housers, que achaca las infracciones a la etapa en la que el presidente y consejero delegado de la compañía era Brusola, con el que mantiene un conflicto judicial tras su polémica salida de la entidad.
El supervisor ha impuesto a la firma dos sanciones por infracciones muy graves y una por otra grave que suman un total de 215.000 euros y que corresponden a conductas ejecutadas por la firma en 2017, antes de que Brusola saliera de Housers. La firma, de hecho, achaca al fundador y ex consejero delegado y presidente el hecho de que la CNMV haya terminando interponiendo tres multas.
Según ha podido saber Bolsamanía, las infracciones responden a tres requerimientos que realizó en 2017 la CNMV a la firma y que Brusola, entonces en el cargo de consejero delegado, “desatendió”. Ante esta situación, el supervisor decidió sancionar a Housers y, entretanto, se produjo la polémica salida de Brusola. El nuevo equipo de administración, al tener conocimiento de la multa, la aceptó y la abonó cuando tuvo oportunidad.
En ese nuevo equipo se encuentra ahora Juan Antonio Balcázar, el nuevo consejero delegado, al que la firma le encargó la responsabilidad de liderar su plan estratégico 2018-2020, aumentar el portfolio de inversores y completar la primera fase de internacionalización de la compañía.
Las multas se conocieron públicamente el jueves, pero estaban en conocimiento de la compañía desde meses antes. En el momento en el que la compañía recibió comunicación de la infracción, se abrió un periodo de alegaciones, se presentó la carta de pago y después pasó al Banco de España para su validación. Ante las mismas cabe recurso, si bien como la firma decidió abonarlas esta vía queda descartada.
FACTURAS IMPAGADAS Y UNA GUERRA JUDICIAL
El conflicto entre Housers y Brusola viene de lejos. El fundador salió de la empresa durante el verano de 2018 después de que la firma descubriera facturas impagadas por un valor de millones de euros, algo de lo que informó en su momento Bolsamanía.
Tras este problema, la empresa lanzó una nueva ampliación de capital para la que ha rebajó su valoración desde 40 hasta 5 millones de euros. Según algunas fuentes, esta ampliación está motivada por la necesidad de tapar el agujero generado al reconocer como pasivos esas facturas ocultas, lo que habría dejado a la empresa con fondos propios negativos, si bien el otro cofundador de Housers, Álvaro Luna, explicaba entonces que la firma estaba “al día de todos sus compromisos de pago".
Las facturas impagadas corresponden en su mayor parte a las intensas campañas publicitarias acometidas por la empresa para captar inversores, aunque también se refieren a otros proveedores relacionados con su actividad. Según explican otras fuentes, las multas de la CNMV podrían estar relacionadas con estas circunstancias.
La empresa aún se encuentra inmersa en un proceso de ampliación de capital por unos 5 millones de euros, que tiene el objetivo de impulsar a la compañía en el mercado del crowdlending inmobiliario tras proyectarse en ocho nuevos mercados dentro de la Unión Europea.
Brusola, por su parte, se sigue dedicando ahora a la inversión y, de hecho, recientemente ha fundado un neobanco tras asociarse con Intermoney. La firma, conocida como Fundsfy, está participada por el Grupo CIMD y, a su vez, es agente de su broker, Intermoney Valores.