El resultado electoral no mitiga el pesimismo de los consumidores alemanes
La confianza de los consumidores alemanes sigue cayendo de cara a marzo, con los hogares germanos observando con cautela la situación económica y política del país.
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Según el índice elaborado por GfK y el Instituto de Decisiones de Mercado de Núremberg (NIM), la confianza de los consumidores cayó a -24,7 puntos desde los 22,6 puntos del mes anterior. El consenso de mercado esperaba una mejora hasta los -21 puntos que finalmente no se materializó.
"Los datos actuales no muestran señales de una recuperación del sentimiento del consumidor en Alemania. El clima de consumo se ha estancado en un nivel bajo desde mediados del año pasado", señala Rolf Bürkl, experto en consumo de NIM. Según este experto, la "rápida" formación de un nuevo Gobierno federal y la aprobación de un presupuesto podrían dar "más seguridad" a empresas y hogares "a la hora de planificar y crearía condiciones importantes para que los consumidores estén más dispuestos a gastar dinero y se reactive el consumo".
Los analistas de DZ Bank habían previsto que la confianza seguiría siendo sombría, aunque opinaban que el pesimismo podría mitigarse en cierta medida por la perspectiva de un cambio político tras las elecciones del 23 de febrero.
En este sentido, la coalición electoral entre CDU y CSU ganó los comicios federales en Alemania con un 28,6% de los votos (+4,4 puntos porcentuales respecto a 2021) y dejan, como se esperaba, a Friedrich Merz en condiciones de ser el próximo canciller germano. Pese al subidón de la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), parece posible un acuerdo para formar un nuevo Ejecutivo que excluya al partido ultra.
Como decimos, los conservadores de Merz quieren formar rápidamente un nuevo Gobierno, pero enfrentan complicadas negociaciones de coalición y la posibilidad de un parlamento obstruccionista tras el auge de los partidos de extrema derecha e izquierda. La opción más probable (y la favorita de los analistas) es la de una gran coalición entre CDU/CSU y el SPD del excanciller Scholz, que obtuvo su peor resultado histórico.
En este sentido, el estudio de GfK y NIM refleja un nuevo empeoramiento de las perspectivas de ingresos de los consumidores, que cayó a su nivel más bajo desde enero de 2024, debido al aumento de los precios, la incertidumbre política y económica y el descontento con la política. En concreto, este indicador pasó de -1,1 puntos en el mes anterior a -5,4 puntos en el mes actual.
La disposición de los hogares a comprar también cayó a su nivel más bajo desde junio (-11,1), con muchos consumidores dispuestos a contener el gasto debido a los informes sobre cierres inminentes de fábricas, deslocalización de la producción al extranjero y recortes de empleos.
La nota positiva ha sido que los alemanes se muestran algo más esperanzados sobre las perspectivas económicas de cara a los próximos 12 meses, a pesar de que 2025 apunta a ser otro año desafiante para la primera economía de Europa. El indicador correspondiente ha pasado de 1,2 puntos a 2,8 puntos en este último informe.
Cabe recordar que el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania se redujo un 0,2% en el cuarto trimestre en comparación con el tercer trimestre de 2024 y un 0,4% en tasa interanual. Para todo el año 2024, los cálculos han confirmado una caída interanual del 0,2% en el desempeño económico (también -0,2% después del ajuste por calendario).
Además, el clima empresarial de Alemania sigue siendo escéptico. El índice Ifo se mantuvo prácticamente sin cambios en febrero, en 85,2 puntos, frente a los 85,1 de enero. "La economía alemana está a la espera de ver cómo evolucionan las cosas", aseguran los expertos.