Regreso al futuro en el bitcoin: es 2017 otra vez, pero el objetivo está en 100.000 dólares
Como ya ocurrió hace un trienio, el precio del bitcoin sigue con su escalda alcista y acelera su subida de camino a la marca histórica que tocó entonces y desde donde se desinfló en los siguientes años hasta mínimos alrededor de 3.000 dólares. La creación de Satoshi Nakamoto coquetea con los 20.000 dólares -aunque corrige sus últimos movimientos este jueves- y su gráfico se asemeja tanto a lo visto entre finales de noviembre y diciembre de 2017 que los expertos de eToro predicen que la cripto tocará su mayor hito hasta la fecha antes de Navidad.
Es el regreso de la criptomanía, claman los analistas y nada impide que el acontecimiento se produzca "esta misma semana" aventura Naeem Aslam, analista de Avatrade, por su parte. Pero esta marca no es más que una parada en el camino "para los inversores veteranos", prosigue, "aquellos que llevan mucho tiempo manteniendo este activo en sus carteras no aspiran a este precio". "Para ellos se trata de alcanzar un nuevo máximo histórico en, por lo menos, 100.000 dólares por cada bitcoin", asegura.
"Si la divisa digital se hace eco de sus ganancias pasadas y al ritmo actual de evolución, en cerca del doble del período de tiempo que tardó en añadir un cero a 1.000 dólares -cuatro años- podría eleva su precio a 100.000 dólares", afirmaban en octubre expertos de Bloomberg en su análisis mensual de divisas criptográficas. Una proyección que apunta a 2025. Todo está en manos de los inversores que deben ahora decidir "si el bitcoin volverá a las caídas tras alcanzar su techo o si estamos ante un punto de inflexión desde donde seguir y seguir", expresa Russ Mould, director de inversiones en AJ Bell. En lo que va de año ha doblado ya su valor (de hecho, lo ha más que cuadruplicado desde los mínimos de marzo, en 4.000 dólares), en medio de una gran adopción por parte de inversores de Wall Street y firmas tecnológicas que han declarado operaciones de tesorería en bitcoins -por ejemplo, en octubre trascendió la inversión de 50 millones de dólares del fundador de Twitter, Jack Dorsey-.
La primera oleada de subidas se debió a una temprana adopción por parte de unos pocos y de los verdaderos creyentes en la tecnología, mientras que la segunda fue fruto del interés de los inversores especulativos. En esta ocasión obedece "a un mayor interés corporativo e institucional -Starbucks ha realizado pruebas para aceptar bitcoins, la empresa de pagos Square de Dorsey ha comprado bitcoins y el Greyscale Bitcoin Trust de Estados Unidos continúa aumentando sus activos y, por tanto, adquiriendo más bitcoins", argumenta Mould.
La cripto por antonomasia también ha vuelto a poner en juego su papel de activo refugio este 2020 entre la crisis del Covid y las elecciones de EEUU. Y a todo lo anterior hay que añadir el halving de mayo, cuando la oferta de nuevas criptos en circulación se redujo a la mitad, lo que incrementa intrínsecamente el precio. De hecho, estas continuadas reducciones, que se sucederán hasta que se mine el último bitcoin -el suministro total está fijado en 2021 y se prevé que se alcance en 2140-, dan fuerza a aquellos que se fijan en este activo desde el punto de vista meramente de la inversión.
"La oferta finita del bitcoin puede hacerlo atractivo a ojos de quienes sienten la necesidad de preservar su riqueza ante el crecimiento desenfrenado de la oferta monetaria", aduce el directivo de AJ Bell, en un entorno en que los gobiernos, a través de los bancos centrales, no dejan de inyectar dinero en el sistema para mantenerlo a flote, lo que devalúa las divisas fíat e incrementa el rol de safe haven de la creación de Nakamoto, que a menudo se la ha comparado con el oro.
En cuanto al ratio de adopción de la moneda criptográfica, muchas voces se muestran en contra de su rol de divisa, ya que no es un medio de pago efectivo. Sin embargo, los defensores de este activo arguyen que de acuerdo con www.blockchain.com, el número diario de transacciones confirmadas usando la red de bitcoin está corriendo alrededor de 292.000 (aunque esto está algo por debajo de los picos de 2017 y 2019 que superaron los 370.000) y como resultado la cadena de bloques del bitcoin continúa creciendo de forma constante, alcanzando los 302GB en el tercer trimestre de este año, de acuerdo con los datos de Statista.
Todos estos sucesos se han reflejado en el precio. El avance acumulado desde agosto es del 60% -un 150% en todo el año-, cuando superó la importante resistencia de los 10.500 dólares y "advertíamos de la confirmación de un cabeza y hombros invertido con objetivo en los máximos históricos", recuerda el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez. Más allá se colocará el subida libre absoluta con una meta que no pocos observadores ubican en esos 100.000 dólares ya mencionados.
Otros, más conservadores, se fijan en 50.000 dólares como "una cifra perfectamente posible en los próximos meses", según Eric Demuth, CEO y cofundador de Bitpanda. "Una adecuada regulación y unos servicios de máxima seguridad han aportado credibilidad a la industria, especialmente entre los inversores institucionales que necesitan justificar cada una de sus decisiones", remata.
