Naturgy y Ruralia crean la primera empresa española para el reciclaje de parques eólicos
Naturgy y Ruralia, el holding de participadas de Caja Rural de Soria, impulsan la primera empresa de España que se dedicará al desmantelamiento y reciclaje integral de parques eólicos. Las instalaciones de la nueva empresa, GIRA Wind, se ubicarán en el municipio soriano de Almazán y "contribuirán a reforzar el tejido industrial de Castilla y León en el ámbito del reciclaje y segunda vida de materiales", según ha señalado Naturgy en un comunicado remitido este martes.
El objetivo de esta iniciativa es reacondicionar y valorizar el mayor volumen de equipos posible, así como componentes, materiales y turbinas completas para su comercialización posterior. Entre otros procesos, se llevará a cabo la recuperación de la fibra de vidrio en palas, cubrebujes y capotas para reincorporar este material al mercado.
Desde la planta piloto de Almazán, la nueva compañía ofrecerá "un proyecto de economía circular", con un servicio completo de desmantelamiento y reciclaje de materiales; tanto de turbinas como de palas; y con la recuperación de componentes y equipos para su reutilización parcial o integral. Como parte de la iniciativa, se están analizando también alianzas con otros proyectos y se buscará replicar este modelo de negocio en otras geografías, con la colaboración de empresas locales y nacionales, así como de las distintas Administraciones, ha dicho Naturgy.
El director general de Renovables, Nuevos Negocios e Innovación de Naturgy, Jorge Barredo, ha declarado que "GIRA Wind nace con el objetivo de potenciar la transición energética a través de la economía circular, y a diferencia de otras iniciativas, dará una solución integral al reciclaje y permitirá la integración de otras compañías y agentes del ecosistema en nuestra cadena de valor".
Según datos de Ruralia, las necesidades de renovación de parques eólicos en España alcanzan actualmente un valor de mercado superior a los 250 millones de euros sólo en labores de desmantelamiento, a lo que habría que añadir otros 300 millones más que supondría la valorización de todos los elementos que componen los aerogeneradores.