Los cuatro únicos bancos que suben desde el "Whatever it takes" de Draghi
Casi siete años han pasado desde el famoso discurso del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi en Londres. "Within our mandate, the ECB is ready to do whatever it takes to preserve the euro". El 26 de julio de 2012 el presidente del BCE provocó un punto de inflexión en la crisis del euro. La afirmación de "haremos lo que sea necesario" relajó las condiciones de financiación y animó a los bancos españoles en bolsa, al principio. A día de hoy, cuatro entidades del Ibex 35 acumulan subidas desde el "Whatever it takes" de Draghi: Bankinter, Santander, BBVA y por la mínima, Caixabank.
Bankinter ha subido en la bolsa española un 311% desde entonces. Santander, un 6%, BBVA un 0,7% y Caixabank un 0,5%. Por el contrario, Bankia ha sido el más perjudicado y acumula desde esa fecha una caída del 93%, pero también Sabadell ha perdido un 24%.
El discurso de Draghi se produjo en una conferencia en Londres, en medio de una tormenta financiera sin precedentes en la historia del euro, con las primas de riesgo disparadas, dificultades para acceder a la financiación en los casos de España o Italia, y con muchos bancos en apuros.
Después de sus palabras mágicas, el sentimiento se trasladó a los inversores. El Euro Stoxx y el Ibex 35 se dispararon un 13% en tres jornadas. Casi siete años después de este mensaje, en junio de este ejercicio, Draghi volvió a recordar al verano de 2012 en el encuentro en Sintra (Portugal) al reconocer públicamente estar dispuesto a emplear "nuevos estímulos" en la economía europea. A lo que muchos le han llamado, un Whatever it takes II.
Y esto ya no gustó tanto a los inversores. Bankinter, Bankia y Caixabank fueron en esa jornada de los pocos valores del Ibex en negativo. Las entidades financieras se vieron penalizadas tal y como pasara unos días antes (el 6 de junio), con motivo de la reunión de tipos del BCE, cuando el presidente dijo entonces que estaba preparado para recortar tipos y comprar activos.
"Las entidades bancarias se verían beneficiadas por una rebaja en los tipos, pero les restaría competitividad para poder incrementar su margen de intereses, ya que (en teoría) deberá repercutir un menor tipo de interés a sus clientes" explica Darío García, analista de XTB.
"No pueden prestar dinero gratis y mantener su estructura de costes con unos márgenes tan ajustados, al final es contraproducente", añade. Llevamos años viendo fusiones bancarias para hacer frente a la política del BCE de apoyar la economía con bajadas de tipos, "cuando hace años se comentaba que esta medida afectaría en el largo plazo, pero parece que ya no nos acordamos de ello", al tenerlo encima "los árboles no nos dejan ver el bosque".
El problema está en que la economía, incluso con estas intervenciones monetarias "no ha mejorado" y la medida de bajar tipos ha pasado de ser un hecho puntual, a ser sistémico, apunta el experto. Los países y las economías europeas se han acostumbrado a recibir este apoyo y no han ejecutado los planes de reestructuración por los que el BCE rebaja los tipos, "simplemente se dejan intervenir", concluye.
EL EXPERIMENTO CONTINÚA CON LAGARDE
Mario Draghi se ha convertido en el banquero central que pasará a la historia por aquella célebre rueda de prensa en la que prometió hacer todo lo que fuera necesario para salvar al euro durante la crisis de deuda que asoló la zona euro en 2012. Los mercados le creyeron y la zona euro superó la crisis.
Ahora, Christine Lagarde, sucesora de Draghi a partir de noviembre, deberá trabajar muy duro hasta su nombramiento para que sus palabras suenen tan convincentes. La falta de experiencia como banquera central (es política y no economista), suscita recelos. Algunos expertos indican que es poco probable que se desvíe del camino.
En lo que respecta a la bolsa española, el nombramiento de Lagarde gustaba a los inversores. En las dos jornadas posteriores a conocerse su nombramiento, los 6 bancos que forman parte del Ibex 35, subieron más de un 3%.
Los desajustes financieros que las políticas monetarias no convencionales puedan producir, incluidos posibles episodios de ajustes bruscos en los bonos o en las bolsas, "se consideran preferibles a una Gran Depresión cuyo recuerdo es infausto, porque terminó en la Segunda Guerra Mundial"
Por ello, aunque es habitual entre los economistas "ortodoxos" criticar este "gran experimento monetario", tal vez, en parte por la resignación de dar su continuidad como inevitable, "tengamos que ver la parte positiva de esa tecnología social" y, aun pensando que sus consecuencias económicas "son dudosas e inquietantes, darles por lo menos el mérito de estabilizar a la sociedad", apunta.
Descendiendo al terreno bursátil, en la zona euro los bancos han subido a pesar de que se confirma la continuidad de los tipos de interés negativos y las políticas monetarias no convencionales. "Que los bonos den la bienvenida a Lagarde es lógico, que lo hagan los bancos no lo es tanto" resalta Ureta.