"Largos en el ether y cortos en el bitcoin", la receta para evitar la volatilidad
Los riesgos se apilan en el bitcoin, que ha entrado en un período de consolidación tras la brutal corrección del mes de mayo y numerosos factores apuntan a que el rally de la reina de las criptos de cerca de un año puede estar agotado. Varios expertos coinciden en citar la regulación, la huella de carbono del minado o la reducción de los estímulos monetarios entre las razones de que vienen tiempos más difíciles para el activo digital.
El precio del bitcoin casi se ha duplicado en el último año y ha subido un 30% en 2021. Si bien la carrera alcista parece acercarse a su final, no así la volatilidad, que no cesará y para la que la receta de Boris Schlossberg, fundador de BK Asset Management, es operar el bitcoin contra el ethereum. Su recomendación de cara a los meses de verano es “abrir posiciones largas en el ether” -la unidad de la red ethereum, aunque ambos nombres se usan indistintamente- e “ir cortos en el bitcoin”, ya que este experto se alinea con quienes defienden los usos y el potencial de la segunda criptomoneda por valor de mercado, frente a lo que él denomina como “dinero tonto” alojado en el bitcoin.
En este sentido, sí reconoce el potencial de la creación de Satoshi Nakamoto como un “almacén digital de valor”, que muchos han comparado con el oro hasta el punto de asegurar que es una forma más eficiente de metal amarillo, por su facilidad de transporte, entre otras cosas, pero el “bitcoin en sí no hace nada”. El veterano operador de divisas y criptodivisas hace hincapié en que las aplicaciones de la moneda digital por excelencia son cercanas a cero, en contraposición con las del ether, que considera una “inversión inteligente”.
La unidad de la red ethereum marcó un récord el 12 de mayo de 2021 alrededor de 4.200 dólares, lo que ha generado preguntas entre los inversores sobre si su momentum es sostenible y si deberían incorporar este activo digital a sus carteras. Tras la fachada especulativa, se asienta una tecnología con enormes posibilidades, explica Luis Garvía, director del Máster en Riesgos Financieros de ICADE Business School. Se trata de "un sistema que permite programar un sinfín de aplicaciones seguras y low cost", señala, que se diferencia enormemente del bitcoin en cuanto a usos. "Es como si uno fuera la rueda de manera y el otro la de caucho", enfatiza.
Para Schlossberg, el elevado interés alrededor del ether de los últimos meses se explica por el inminente cambio del protocolo de Prueba de Trabajo (POW) -la resolución de problemas matemáticos para mantener la red- al de Prueba de Participación (POS) -basado en criterios como cantidad de moneda y tiempo en la red- como mecanismo de consenso. El POS es más amigable con el medio ambiente y sostenible.
Entretanto, el bitcoin mantendrá el protocolo POW, cuyo minado es mucho más contaminante y sigue en el ojo del huracán por la huella de carbono que deja, por lo que será menos competitivo que el ether, señala Schlossberg. El consumo energético de la industria minera es de 128,84 teravatios-hora al año, más que el de países como Ucrania o Argentina, según el Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de la Universidad de Cambridge.
OTRAS AMENAZAS
El fundador de la gestora BK Asset Management también identifica otro problema en el corto plazo para el bitcoin: el ciberterrorismo y la regulación que, asegura, se va a aprobar en EEUU y el resto del mundo para contrarrestar estas prácticas delictivas. Los ataques de piratas informáticos “generan mucha mala sangre” y pueden llevar a “un veto o a una prohibición del anonimato ligado a las transacciones con criptomonedas a base de regulaciones”, ha explicado.
Por último, a medida que Gobiernos y bancos centrales inicien la retirada de la respiración asistida a la economía para sortear la crisis del Covid-19 se verán repercusiones en estos activos. "El dinero fácil ha contribuido a alimentar la burbuja de las criptomonedas, y una lenta reversión de esta tendencia a nivel mundial acabará convirtiéndose en un viento en contra para el activo digital especulativo", indican desde MRB Partners.
Con todo, “sigue siendo totalmente posible que estos activos se conviertan en un vehículo de inversión mayoritario", indican MRB. "Sospechamos que este proceso será un camino muy largo, con más fases de auge y caída en el camino”, sentencian.