Incertidumbre en el bitcoin y las criptos ante el posible fin del cierre de Gobierno
Las criptomonedas siguen sin levantar cabeza. El bitcoin (BTC) retrocede con moderación en las últimas 24 horas, aunque conserva los 105.000 dólares. Por su parte, el ethereum (ETH) cede algo más, pero trata de recuperar los 3.600 dólares en estos momentos.

El resto de las altcoins no ofrece un aspecto mejor. XRP, Binance coin (BNB), solana (SOL), cardano (ADA) o dogecoin (DOGE) registran descensos que llegan a superar el 3%. Hyperliquid (HYPE) cede un 6% y tron (TRX) se salva de la quema al conseguir repuntar un 1,2%. Llama la atención el subidón (+21%) de uniswap (UNI).
Pese a todo, los analistas son optimistas con el posible final del cierre de Gobierno federal de Estados Unidos. El Senado aprobó este lunes por la noche un proyecto de ley para financiar al Gobierno federal hasta enero y poner fin al cierre más largo de la historia del país norteamericano.
La medida, que salió adelante con 60 votos a favor y 40 en contra —con el respaldo de un pequeño grupo de senadores demócratas y casi todos los republicanos—, será enviada ahora a la Cámara de Representantes. Si esta la aprueba, el texto pasará al presidente Donald Trump para su firma y entrada en vigor. Se espera que el cierre del Gobierno finalice, previsiblemente, cuando acabe esta semana.
David Nage, director de investigación de la firma de inversión en activos digitales Arca, señala que esta situación ha generado un panorama mixto para las criptomonedas. Por un lado, el Tesoro podría liberar hasta 200.000 millones desde la Treasury General Account (TGA) hacia las reservas bancarias tras el final del cierre. Ese impulso de liquidez históricamente ha beneficiado a los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.
Por otro, el cierre ha retrasado la aprobación de varias legislaciones clave, como la Ley de Claridad (CLARITY Act) o el proyecto de ley del Senado sobre la estructura del mercado de activos digitales. Su oficialidad podría descarrilar si no se lleva a cabo antes de las elecciones de medio mandato que se celebrarán en noviembre de 2026.
Por otro lado, los analistas son positivos de cara a diciembre, mes en el que el bitcoin se ha revalorizado en seis de las últimas ocho ocasiones. Esta creencia se ha visto reforzada por el impulso institucional a los precios, así como un posible recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). No obstante, esto último está lejos de ser una garantía.
Y es que, aunque figuras como Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, han pedido "mantener la mente abierta" sobre una posible reducción de las tasas oficiales en diciembre, no hay consenso en la Fed sobre el camino a seguir. En una de sus últimas intervenciones públicas, el presidente Jerome Powell advirtió que hay un creciente sentimiento de cautela en el seno del banco central y que, ante la falta de datos disponibles por el cierre de Gobierno, quizá la mejor opción sea realizar una pausa en el último mes del año.
"Las expectativas de inflación a largo plazo son de suma importancia para la Reserva Federal. Un desanclaje de estas expectativas no solo dificultaría el regreso de la inflación al objetivo del 2%, sino que también incumpliría el tercer mandato de la Reserva Federal de mantener tasas de interés moderadas a largo plazo. Si las expectativas de inflación se acercaran al 3%, la Reserva Federal podría verse obligada a elevar su rango de tasas de política monetaria incluso en un mercado laboral débil", explican los analistas de Berenberg.
Por el lado contrario, los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de criptos parecen dispuestos a revertir las salidas experimentadas en los últimos tiempos. El pasado jueves, los ETFs de BTC al contado captaron 240 millones de dólares tras seis días consecutivos de salidas, a pesar de registrar al día siguiente uno de sus peores días desde agosto.
"El auge silencioso de los ETFs apalancados ha multiplicado por siete sus activos en la última década. Son productos que, por diseño, amplifican cada movimiento, comprando cuando el mercado sube y vendiendo cuando baja. Esa mecánica convierte las jornadas bursátiles en un espejo que se retroalimenta, donde cada rebote o caída se multiplica al cierre. Detrás de esa danza hay un cambio estructural pues parte del capital que antes financiaba deuda pública ahora se ha desplazado hacia la renta variable apalancada, tensionando la liquidez. El mercado, literalmente, se financia a sí mismo", explica Javier Molina, analista sénior de mercados de eToro.
Según este experto, hay que olvidarse del "viejo relato" del ciclo de cuatro años del bitcoin (subida, halving, caída y reconstrucción). Y es que, con el 93% del suministro minado y los flujos de capital dominados por los institucionales, la estructura del mercado ha cambiado por completo.
"Hoy lo que importa no es quién mina, sino quién acumula. Las compras lideradas por BlackRock, Fidelity y ARK muestran que la base institucional no ha abandonado el mercado, solo lo está reajustando. Cada corrección elimina apalancamiento y transfiere el control hacia manos que retienen, no especulan", apunta.
Así, agrega, el umbral de los 100.000 dólares deja de ser "un número psicológico para convertirse en una prueba estructural". Desde un punto de vista técnico, señala Molina, la clave pasa por no perder esta referencia. De hacerlo, podría poner en juego los 92.000. Si consigue respetarlos, "supondría seguir prolongando el movimiento de consolidación que debe superar los 108.000 dólares para poder pensar en cotas mayores".



