Iberdrola inicia el montaje de los aerogeneradores del mayor parque eólico de Portugal
Iberdrola ha iniciado el montaje de los aerogeneradores del que será el mayor parque eólico de Portugal, el Parque Eólico del Tâmega, un proyecto de 274 MW compuesto por 38 turbinas de 7,2 MW cada una, las más grandes y potentes del mercado eólico terrestre. Con una inversión de 350 millones de euros, producirá 601 GWh anuales, equivalentes al consumo de 128.000 hogares, y evitará la emisión de más de 230.000 toneladas de CO₂ al año.
El parque forma parte del acuerdo firmado con el fondo soberano noruego, gestionado por Norges Bank Investment Management, y contará además con un acuerdo de suministro a largo plazo (PPA). Será, además, el primer proyecto del país con conexión híbrida entre energía hidroeléctrica y eólica, integrado en la subestación del Sistema Electroproductor del Tâmega. Esta hibridación permitirá compartir infraestructura de red, reducir costes, acelerar la integración renovable y minimizar el impacto ambiental, reforzando el papel del complejo como ancla de la electrificación de Portugal.
Situado entre Braga y Vila Real, el parque incorporará aerogeneradores Vestas EnVentus V172, con palas de 85 metros y torres de 114 metros de altura. Su construcción generará 700 empleos directos en el pico de actividad e involucrará a empresas portuguesas como CJR, Conduril, Socorpena, Painhas y Proef. Los componentes se fabrican en distintos países europeos.
Los trabajos continuarán hasta el tercer trimestre de 2026, y todo el material de los aerogeneradores será transportado antes de que finalice el primer trimestre del año. Uno de los mayores desafíos logísticos será el traslado de las palas de 85 metros. Más de 110 unidades saldrán del puerto de Aveiro y, en su fase final, se utilizará un elevador de palas, una tecnología pionera en Europa que permite orientarlas vertical u horizontalmente mediante un sistema hidráulico capaz de inclinarse hasta 60º. Esto facilita superar curvas cerradas, pendientes y obstáculos sin modificar carreteras, reduciendo el impacto ambiental y garantizando la seguridad.
Iberdrola ha puesto especial énfasis en las medidas de protección ambiental. El proyecto cuenta con una monitorización permanente realizada por equipos de biólogos y arqueólogos para reducir los impactos durante la obra. Se llevará a cabo un seguimiento continuo de la biodiversidad —aves, murciélagos, mamíferos, flora y hábitats— y se aplicarán medidas compensatorias para mejorar los ecosistemas.
El proyecto refuerza el liderazgo de Iberdrola como mayor inversor en renovables en Portugal en la última década, con más de 2.200 millones de euros invertidos y 1.400 MW instalados. La compañía destaca que es hoy la mayor eléctrica de Europa y la segunda del mundo por capitalización bursátil, desempeñando un papel central en la electrificación y en el impulso de soluciones energéticas sostenibles.
