Francia planea elevar a los 64 años la edad para cobrar la pensión máxima
La promesa del presidente francés, Emmanuel Macron, durante la campaña electoral de que los trabajadores podrían jubilarse a los 62 años y cobrar la pensión máxima correspondiente, podría dar un giro radical ya que ahora se planeta que los franceses tengan que trabajar dos años más para obtener una pensión completa sin ningún descuento con el nuevo sistema que entrará en vigor en 2025, según explicó este jueves el alto comisario de la reforma de las pensiones, Jean-Paul Delevoye.
Según recogió Reuters, la reforma apunta a unificar 42 esquemas diferentes en vigor actualmente en un solo sistema basado en puntos, que serán acumulados a lo largo de toda la vida laboral en función de las cotizaciones: 100 euros cotizados darán derecho a 5,50 euros de pensión al año.
Esta novedad es bastante compleja teniendo en cuenta de que los planes privados de pensiones son poco utilizados en Francia, por lo que la mayoría de los trabajadores obtienen sus pensiones del sistema obligatorio respaldado por el estado.
La reforma de las pensiones es uno de los principales escollos y uno de los temas a tratar en el próximo curso político del gobierno de Macron, aunque se prevé que, como ya han anunciado algunos sindicatos, se enfrente a una fuerte resistencia en las calles.
En la presentación de este informe sobre el nuevo "sistema universal" de las pensiones en Francia, previsto para 2025, Delevoye propuso que partir de los 64 años se pueda acceder a la pensión completa, con una reducción del 5% por año de diferencia hasta el mínimo de 62, y con un incremento del 5% por año hasta los 67.
Esta denominada "edad de equilibrio", que engloba como primera generación a la nacida en 1963, se opone al sistema actual en el que la pensión completa se alcanza entre los 62 y los 67 años en función del tiempo de cotización.
"Mantenemos una edad mínima de 62 años, pero si todo el mundo se jubila a esta edad, el sistema quedará desequilibrado", dijo Delevoye.
Otra de las novedades de este estudio es la subida de la pensión mínima al 85% del salario mínimo neto, que ahora es el 81%, un incremento que busca beneficiar a agricultores, artesanos, vendedores y mujeres que han trabajado a tiempo parcial durante largos periodos.
Además se plantea un incremento del 5% de los puntos para la pensión por cada hijo, que podrá dividirse entre los dos padres, pero que por defecto será atribuido a la madre, con el fin de proteger mejor a las familias monoparentales.