La bolsa de Londres, gran ganadora si hay un Brexit duro, según JP Morgan
Nadie quiere un Brexit duro. Salvo la bolsa de Londres. JP Morgan asegura en su último informe que la economía británica y las bolsas europeas celebrarán la salida ordenada de Reino Unido de la UE... pero no el Ftse 100.
JP Morgan reitera su consejo a la bolsa británica: infraponderar. El banco de inversiones estadounidense reconoce que el Ftse "no es la mejor jugada ante un posible Brexit con acuerdo".
¿Por qué? Por su correlación con el mercado de bonos. Si la rentabilidad de la deuda soberana sube, el dinero sale de la renta variable para alojarse en el bono. Y viceversa. Si el rendimiento del bono cae, el inversor busca otro alojamiento y se va a la renta variable.
Si no hay Brexit duro, la rentabilidad de la deuda británica (o Gilt) sube. Y la bolsa cae. "Si, el Ftse está barato pero la historia demuestra que su correlación con el bono está ahí".
La que más gana con un Brexit blando es la renta variable europea: "la Eurozona es una de las grandes beneficiadas y reiteramos nuestra mejora de recomendación en la región efectuada hace un par de semanas, especialmente en el sector Value y el bancario", apostilla JP Morgan.
SEMANA CLAVE PARA LAS NEGOCIACIONES
La reina Isabel II ha inaugurado este lunes con su discurso el nuevo curso político del Parlamento británico. En su diatriba, ha dejado claro que la prioridad es salir de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre. Escrito por el Gobierno de Boris Johnson, este discurso sirve para que el primer ministro establezca su agenda de cara a los próximos meses. Y la del dirigente conservador está claramente dirigida hacia nuevas elecciones.
EL GILT, TERMÓMETRO DEL BREXIT
El Gilt es la deuda soberana británica. Y da señal de alarma. El dinero está empezando a salir de ellos. De un mercado de 2 billones de dólares que cuenta con un peso especialmente relevante de la inversión extranjera.
Pongamos un ejemplo. El mercado de bonos se derrumba. Al gobierno le cuesta más pedir dinero prestado. Justo cuando más lo necesita. Y se crea una bola de nieve: el trauma económico inicial puede acabar desembocando en una profunda recesión.