Reino Unido sube los impuestos en 26.000 millones y eleva el margen fiscal a 22.000 millones

Así, Reeves eleva su margen fiscal a 22.000 millones de libras frente a los 9.900 millones (un 0,3% del PIB) que tenía en su anterior Presupuesto, lo que deja a la ministra de Hacienda con mayor capacidad de maniobra para cumplir con su regla fiscal de equilibrio presupuestario.

El aumento de impuestos llevará la recaudación fiscal a un récord histórico del 38,3% del PIB en el ejercicio 2030-2031. Para entonces, Reino Unido espera recaudar 29.800 millones de libras en impuestos.

"Dije que no habría regreso a la austeridad, y lo decía en serio. Este Presupuesto mantendrá nuestra inversión en la economía y en nuestro Servicio Nacional de Salud (NHS). Dije que reduciría el costo de la vida, y lo decía en serio: este Presupuesto bajará la inflación y proporcionará alivio inmediato a las familias. Dije que reduciría la deuda y el endeudamiento, y lo decía en serio: gracias a este Presupuesto, el endeudamiento caerá como porcentaje del PIB en todos los años del período de previsión", afirmó Reeves ante los diputados de la Cámara de los Comunes.

Asimismo, Reeves ha asegurado que la deuda financiera neta de Reino Unido "será menor al final del período de previsión de lo que es hoy, y más que duplicaré el margen fiscal frente a nuestra regla de estabilidad hasta 21.700 millones de libras, cumpliendo nuestra regla de estabilidad y cumpliéndola un año antes". Según Reeves, será del 83,3% del PIB en el curso 2026-27, 83,6% en 2027-28, 83,7% en 2028-29, al 83,0% en 2029-30 y al 82,2% en 2030-31.

PREVISIONES

Según muestra el Presupuesto, se espera que el PIB real se crezca un 1,5% en 2025, frente al 1% previsto en mayo. No obstante, se prevé un descenso del crecimiento económico en los años siguientes.

En concreto, el informe de la OBR señala que el PIB crecerá a un ritmo del 1,4% en 2026 frente al 1,9% anteriormente previsto. Entre 2027 y 2030, el crecimiento será del 1,5% en todos los años. En 2027 y 2029 la OBR esperaba que la economía británica creciera a un ritmo del 1,8% y en 2028, a un ritmo del 1,7%.

También se han elevado las previsiones de inflación. En concreto, la OBR espera que el IPC de Reino Unido se sitúe en el 3,5% este año, frente a la proyección anterior del 3,2%. También aumentó su previsión de inflación para el próximo año a un 2,5%, desde el 2,1% previo. Con todo, la OBR todavía proyecta que se desacelere hasta alcanzar el objetivo del 2% en 2027.

En cuanto al desempleo, se espera que se mantenga cerca de su nivel actual de alrededor del 5% hasta 2027. Luego, se prevé que caiga hasta su tasa de equilibrio estimada, de aproximadamente 4%, durante el periodo de previsión.

También se prevé que la tasa de empleo se mantenga prácticamente estable en torno al 61% durante el periodo de previsión, ya que la disminución cíclica del desempleo se compensa con una caída estructural de la tasa de participación, provocada por el envejecimiento de la población y el aumento de la inactividad por motivos de enfermedad.

MEDIDAS

Entre las medidas contempladas en el Presupuesto, el Gobierno laborista congelará los umbrales del impuesto sobre la renta personal hasta finales de la década, recaudando hasta 8.300 millones de libras para el final del período de previsión y arrastrando personas a tramos superiores, en lo que es la mayor medida fiscal del plan.

No obstante, serán los más pudientes los que soporten la mayor carga. Reeves afirmó que el Presupuesto está diseñado en torno a "impuestos justos", argumentando que después de años de crecimiento lento, el Reino Unido no puede permitirse depender de la austeridad o de aumentos impositivos generalizados.

Por ello, el plan contempla subidas de impuestos para propiedades valoradas en más de dos millones de libras a partir de 2028, una medida que recaudará 400 millones para 2031 y que afectará a "menos del 1%" de las propiedades. También se elevará en dos puntos porcentuales los impuestos sobre dividendos y ahorros, hasta 10,75% en la tasa básica y hasta el 35,75% en el rango superior, recaudando unos 1.200 millones de libras anuales desde abril de 2026.

Asimismo, Reeves subirá el impuesto a las apuestas deportivas (del 15% al 25%) y la tasa general sobre el juego (del 21% al 40%), recaudando un total de 1.100 millones de libras. Además, se reducirán las deducciones fiscales por amortización en el impuesto de sociedades, lo que costará a las empresas 1.500 millones de libras. Estas deducciones permiten a las grandes empresas restar un porcentaje del valor de ciertos activos de sus beneficios cada año.

Igualmente, las contribuciones a pensiones mediante sacrificio salarial estarán limitadas a 2.000 libras al año antes de que se apliquen las contribuciones a la Seguridad Social. Según Reeves, el sacrificio salarial para pensiones, que "estaba pensado para ser una pequeña parte de nuestro sistema de pensiones", se prevé que "casi se triplique en coste, pasando de 2.800 millones en 2017 a 8.000 millones en 2030".

Los más beneficiados, ha señalado Reeves, serían "los asalariados más altos, o quienes trabajan en el sector financiero y ponen sus bonificaciones en pensiones libres de impuestos, mientras que quienes ganan el salario mínimo o cuyos empleadores no ofrecen sacrificio salarial no se benefician en absoluto". "Esto no es sostenible para las finanzas públicas", ha sentenciado antes de explicar esta medida. Estos cambios entrarán en vigor en abril de 2029 y se espera que recauden unos 4.700 millones de libras adicionales.

Reeves también ha confirmado que se impondrá un nuevo impuesto a los coches eléctricos desde abril de 2028. Este impuesto se pagará cada año junto al impuesto de matriculación, a 3 peniques por milla para los coches eléctricos y 1,5 peniques para los híbridos enchufables, recaudando 1.400 millones de libras.

Por otro lado, la congelación del impuesto sobre combustibles se renovará hasta septiembre de 2026. El impuesto sobre los carburantes es una importante fuente de ingresos, ya que recauda alrededor de 25.000 millones de libras al año. La congelación del impuesto supondrá un coste de 2.400 millones de libras el próximo año y de 900 millones de libras a medio plazo.

Asimismo, la ministra de Hacienda británica ha confirmado que no aumentará las contribuciones a la Seguridad Social, el impuesto sobre la renta ni el IVA. También anunció que eliminará el two-child benefit cap, lo que permitirá que las familias de más de dos hijos puedan recibir apoyo económico, y eliminará recortes en las políticas de bienestar de los anteriores Gobiernos. Se espera que estas medidas aumenten el gasto unos 9.000 millones para finales de década.

"Pido a todos que contribuyan. Pero puedo mantener esa contribución lo más baja posible porque hoy implementaré más reformas en nuestro sistema tributario para hacerlo más justo y garantizar que los más ricos contribuyan más", ha concluido Reeves.