Minoristas dicen que fueron a la OPS de Bankia sin que les contaran los riesgos
El tribunal del caso Bankia escuchó el miércoles declarar a algunos particulares que habían comprado acciones en la Oferta Pública de Suscripción (OPS) y que perdieron parte de su inversión con el desplome de la cotización meses después. Algunos declarantes reconocieron que no leyeron la documentación que firmaron para acudir a la salida a bolsa, dado que se fiaron de sus gestores, los cuales, según dijeron, no les advirtieron sobre los riesgos de la operación.
La Audiencia Nacional de San Fernando de Henares vio este miércoles desfilar por sus pasillos a personas muy diferentes de las que han ido declarando en el juicio oral por la salida a bolsa de Bankia durante los últimos meses. Tras hacer lo propio con banqueros, directivos, consejeros, inspectores y autoridades, el tribunal pudo escuchar a algunos accionistas que acudieron a la OPS de la entidad en julio de 2011.
Estos inversores, que acudían para aportar su testimonio sobre su decisión de compra de acciones de la entidad, coincidieron en señalar que se sentían “engañados” y “estafados”. Aunque en su mayoría culparon a los empleados de Bankia de venderles los títulos prometiéndoles rentabilidad, varios reconocieron que no leyeron la documentación que tuvieron que firmar. Otros quisieron librar de responsabilidad a los empleados, que les habían explicado que ellos también participarían en la operación.
“Tenía confianza en él [el gestor de la sucursal], ellos me decían dónde tenía que firmar”, explicó uno de los accionistas al tribunal, que añadió que no tenía estudios: “Yo no lo leía. Tampoco lo entendería, seguramente”.
No fue el único que apeló a la confianza que tenía depositada en su gestor de “la caja”, como se referían a la entidad. Fueron varios los que manifestaron que, al tratar con sus gestores “de toda la vida”, se fiaron de la información que les proporcionaron sobre la operación.
“Nos lo indicaban los mismos empleados de Caja Madrid [en aquel momento Bankia], que han sido muy perjudicados”, explicó otro, mientras que un tercero dijo: “De riesgos para el futuro no recuerdo que me hablaran”.
Otros inversores explicaron que, ante la insistencia de los empleados de su sucursal en que compraran acciones, terminaron cediendo. “Lo hicimos para que nos dejaran un poco en paz”, explicó un accionista, que relató que le llamaban insistentemente trabajadores de la entidad para que participara en la operación. “Me forzaban para que cogiera más cantidad”, comentó otra inversora y un tercero dijo: “Invertí 4.000 euros y me pedían que llegase a 6.000 euros, que era lo que pedían a gente del nivel que yo tenía”.
Algunos de los inversores que declararon el miércoles solamente estaban ahí para aportar su testimonio, dado que ya consiguieron recuperar su inversión. Lo hicieron a través del mecanismo que la entidad puso en marcha en 2016 con el objetivo de que los accionistas recuperaran la cantidad invertida más un interés del 1% a cambio de que no participaran en acciones judiciales. Durante la fase de cuestiones previas, de hecho, la defensa de la entidad ya reclamó que se excluyera de la acusación a los afectados que ya habían recuperado su inversión a través de este mecanismo.
Esta opción convenció a la mayoría de los que compraron acciones en la salida a bolsa, pero no a todos. Algunos de los pertenecientes al segundo grupo estuvieron el miércoles en la Audiencia y explicaron al tribunal que reclaman, además de la devolución de su inversión, el pago del interés del dinero en este tiempo y el abono de las costas del proceso judicial.
“¿USTED SABE LO QUE ES UN HECHO RELEVANTE?”
Durante el interrogatorio a estos testigos, los abogados de las defensas les preguntaron en numerosas ocasiones si leyeron la documentación que firmaron para poder acudir a la salida a bolsa o si solamente basaron su decisión en la publicidad, un aspecto en el que la fiscal del caso, Carmen Launa, hizo hincapié durante su turno.
“¿Es consciente de que la publicidad es publicidad?”, “¿Recuerda si se advertía expresamente de que había un riesgo porque siete entidades se unían y la realidad podía no ser igual a las expectativas?”, “¿No se preocupó de leer?”, “¿Sabe que las acciones pueden subir y bajar?”, "¿Usted sabe lo que es un hecho relevante?" o “¿Se ha metido alguna vez en la CNMV?” fueron algunas de las cuestiones que plantearon las defensas.