La inteligencia artificial (IA) y su trasformación de las empresas
La IA (Inteligencia Artificial) será transformadora para las empresas, pero aún no ha llegado el momento donde todos veamos su utilidad.
A medida que las empresas continúan experimentando con formas de utilizar la IA Generativa, tienen que distinguir entre la publicidad y la realidad.
Actualmente sólo se puede vender a los clientes cosas que realmente funcionan, cosa que en España no sucede ya que tenemos numerosas compañías, y en especial en el sector financiero, que se tiran el rollo de haberlo conseguido. No tiene ningún valor vender algo en exceso, porque te darás cuenta en un día de que, cuando realmente se ejecuta en un entorno de cliente, no es real.
La IA Generativa es más como un becario creativo, pero poco fiable
Estamos usando la IA Generativa debido al incremento de mejora que estamos viendo y lo transformadora que es, pero debemos tener muy claro qué casos de uso puede resolver realmente hoy. La IA es increíblemente buena para sintetizar datos no estructurados y producir información y conocimientos a partir de ellos. En este momento, esos datos están en gran parte sin explotar en la mayoría de las organizaciones y se acumulan sin que se puedan utilizar.
Las herramientas actuales te permiten interactuar con ese contenido: pueden hacer preguntas a sus documentos, pueden resumir información, pueden sintetizarla, pero uno de los grandes problemas con los que se encuentran los clientes es que, si simplemente se coloca un sistema de búsqueda (que es lo que hacemos) en todos los datos no estructurados, se obtendrán muchas respuestas erróneas.
La IA no es mejor que un ser humano para averiguar cuál es la fuente de verdad autorizada. Sin esa base, la IA obtendrá muchas respuestas erróneas. Por eso, se ha tenido que desarrollar un gran número de herramientas que no son de IA, al mismo tiempo que se ofrece IA para poder obtener el tipo correcto de respuestas a partir de los datos.
En el caso de la IA Generativa, hay que ponerla a prueba en la organización para ver si un caso de uso concreto va a funcionar, ya que depende mucho de las particularidades de los datos. El noventa por ciento del trabajo es, precisamente, trabajar esos datos, y hay que hacer muchas evaluaciones internamente. No es como el software tradicional, que hace lo mismo una y otra vez. Es más como un becario creativo, pero poco fiable (del tipo de los que Pablo Iglesias, ex vicepresidente del Gobierno de España, paga 200€ al mes). Las personas que utilizan la IA Generativa en su empresa tienen que reorientar todo su flujo de trabajo y eso no ocurre de la noche a la mañana, podría llevar años.
Si la IA pudiera hacer de forma fiable todas las cosas de las que dicen que es capaz hoy en día, sería una auténtica transformación económica. Pero si va a fallar, aunque sea el 10% de las veces, entonces es un producto completamente inútil. Esos son los tipos de errores que la gente está denunciando. En los casos de uso empresarial, se pueden tolerar incluso menos errores, por lo tanto tenemos todavía un gran camino a recorrer del que solo acabamos de empezar.