Cuenta atrás para el default de Rusia: "Será una de las crisis más difíciles de resolver"
Rusia está en el punto de mira. La cuanta atrás para su default se acerca al final, y no hay nada que el país pueda hacer para evitarlo. A principios de mayo Rusia estará oficialmente en situación de impago, y será consecuencia de las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania. Los expertos ya apuntan que "será una de las crisis más difíciles de resolver de la historia" ya que el impago tiene su raíces en la política, y no en la situación de las finanzas.
Son palabras de los expertos de Oxford Economics, que recuerdan que Moscú lo tiene cada vez más difícil porque EEUU ha prohibido a Rusia utilizar las reservas inmovilizadas del banco central, depositadas en bancos estadounidenses, para pagar a los tenedores de bonos. Además, el Tesoro de Estados Unidos ha impedido a los bancos corresponsales gestionar los pagos en dólares del país que preside Vladimir Putin, lo que ha obligado a Rusia a pagar en rublos a los tenedores de deuda pública denominada en dólares. "Es probable que el pago en una divisa distinta se considere un impago, aunque no hasta que haya transcurrido un periodo de gracia de 30 días", destacan los analistas de la gestora Schroders.
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El Ministerio de Finanzas de Rusia informó de que los bancos estadounidenses rechazaron el pago de un eurobono con vencimiento el 4 de abril de este año, que ascendía a 552,4 millones de dólares, y un cupón de bonos con vencimiento en 2042 que ascendía a 84 millones de dólares. De esta forma, Rusia será declarada en situación de impago una vez expire el periodo de gracia de un mes para las obligaciones que vencían el 4 de abril.
"La reestructuración parece muy poco probable hasta que se produzca un cambio importante en la relación política entre Rusia y Occidente", afirman los analistas de Oxford Economics, que recuerdan también que en Rusia los reembolsos de deuda externa están regulados por un decreto presidencial que permite a los prestatarios realizar los pagos en rublos, independientemente de la moneda en la que se prestaron inicialmente los fondos.
No obstante, cabe destacar que S&P y Fitch ya han avisado que tratarán como impagos los reembolsos de la deuda realizados en divisas diferentes a la moneda original del préstamo. Y Scope Ratings se ha pronunciado en el mismo sentido, diciendo que a no ser que la conversión de divisa se contemplara en el contrato del bono, considerarán que se ha producido un impago selectivo. "En ausencia de un acuerdo con Rusia, creemos que la vía legal para que los tenedores de bonos busquen recompensa de los activos congelados de Rusia será muy larga y difícil", vaticinan los estrategas de la firma británica.
Recuerdan que muchos eurobonos tienen las llamadas cláusulas de agregación que permiten a los tenedores exigir el reembolso inmediato si un porcentaje determinado de tenedores de un bono concreto votan a favor. "Pero los inversores tendrán que sopesar cuidadosamente sus posibilidades de hacer valer sus derechos sobre los activos rusos, ya que éstos han sido congelados por las sanciones occidentales".
Además, los eurobonos rusos contienen algunas "cláusulas inusuales". "Los emitidos después de 2014 permiten al prestatario realizar reembolsos en rublos si los acontecimientos más allá de su control le impiden hacer los pagos en la moneda original", apunta Oxford Economics, que cree que estas cláusulas "pueden complicar los esfuerzos de los tenedores de bonos para conseguir indemnizaciones a su favor en los tribunales". Sin olvidar que la jurisdicción "puede ser otro tema espinoso", porque los términos de los bonos rusos establecen que el prestatario no se someterá a la jurisdicción de un tribunal extranjero.
En su opinión, "no está claro si los tenedores de bonos estarán dispuestos a iniciar inmediatamente un litigio contra el gobierno ruso que podría llevar muchos años", pero si lo hacen, e "incluso si los tribunales occidentales se inclinaran por redistribuir estos activos, los tenedores de bonos tendrían que competir con un gobierno ucraniano que intentará reclamar los activos rusos para financiar su reconstrucción de posguerra". Los funcionarios ucranianos han proporcionado estimaciones de los daños a la infraestructura civil y militar del país a partir de 270.000 millones de dólares.
EMPRESAS EN EL PUNTO DE MIRA
Pero este problema no solo afecta al gobierno ruso. "También está a punto de comenzar una avalancha de impagos de empresas rusas en los próximos meses", dicen estos analistas. Y es que las empresas rusas "se ven cada vez más atrapadas en una posición en la que no pueden garantizar que los pagos de su deuda lleguen a los tenedores de bonos".
"Los prestatarios corporativos rusos vinculados a los oligarcas y funcionarios sancionados no pueden hacer pagos a los tenedores de bonos extranjeros, por la misma razón que el soberano", destacan desde Oxford Economics. Debido a las sanciones de EEUU, la Unión Europea o Reino Unido, "los agentes de pago han bloqueado los reembolsos de la deuda en varias ocasiones".
Sobre este tema también se pronuncian los expertos de la gestora Abrdn, que creen que "los impagos de la deuda corporativa podrían tener un impacto aún mayor que un default de la deuda pública". "Las sanciones están impidiendo que las empresas rusas realicen pagos de cupones a los tenedores de bonos", destacan, y afirman que "no cabe duda de que si el conflicto continúa, los retos técnicos para que las empresas rusas y el Estado paguen a los tenedores de bonos serán muy elevados".