Los créditos ICO siguen tardando en llegar y las empresas lamentan el exceso de requisitos
El Gobierno se plantea liberar un cuarto tramo de los préstamos para empresas y autónomos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Sin embargo, la financiación destinada a ayudar para hacer frente a la crisis del Covid-19 puesta en circulación hasta el momento no está llegando del todo, según aseguran los empresarios, que se lamentan también de las dificultades a la hora de solicitarlos debido a los requisitos adicionales que tienen que cumplir.
Aunque la mayor parte de los créditos solicitados están aprobados, no todos están llegando a cobrarse, con lo que los empresarios y autónomos necesitados aún no pueden contar con ese dinero más de un mes después de que se pusiera en marcha el primer tramo de 20.000 millones de los 100.000 millones de euros que aprobó el Ejecutivo de Pedro Sánchez, según afirman fuentes consultadas por este medio.
Un retraso del que los bancos se desentienden en cierta manera al decir que ellos han cumplido con su parte de aprobarlos. Mientras, en el ICO también lanzan la pelota hacia otro lado al afirmar que son las entidades las que analizan a los clientes. Corresponde al propio banco introducir la solicitud y los datos en el sistema y "una vez allí, se libera automáticamente". "Puede ocurrir que la entidad no tenga más cuota pero sigan comercializando este tipo de créditos a la espera de tener más disponible", admitía hace unos días el presidente del ICO, José Carlos García de Quevedo.
Desde asociaciones de autónomos y pequeñas empresas como ATA, UATAE o Cepyme también son conscientes del retraso en el cobro de esta financiación avalada por el ICO. Consideran que hay errores en la tramitación y resolución por los que las ayudas no están llegando. A esto se une el atasco debido al gran número de demandantes de liquidez. Según los cálculos de ATA, hay unos 1,3 millones de autónomos que han pedido un crédito ICO de los que casi la mitad continúan esperando respuesta.
REQUISITOS
Otra de las quejas de los afectados es la excesiva burocracia a la hora de solicitar la financiación, por lo que reclama que se eliminen las trabas de concesión. Las condiciones de estos créditos varían de un tramo a otro y, aunque se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE), estos cambios producen confusión tanto a las entidades como a los clientes solicitantes.
Los avales del ICO están creados para aquellos préstamos o renovaciones firmados desde el 18 de marzo hasta el 30 de septiembre de 2020. Se pueden destinar al pago de salarios, facturas de proveedores pendientes de liquidar, alquileres de locales, oficinas e instalaciones, gastos de suministros u otras necesidades de liquidez. Quienes estuvieran en situación de morosidad a 31 de diciembre de 2019 y en procedimiento concursal a 17 de marzo de 2020 no pueden beneficiarse de ellos. Hay que recordar también que en el caso de autónomos y pymes el aval garantiza el 80% del crédito, mientras que para el resto de empresas cubre el 70% en el caso de nuevas operaciones de préstamo y el 60% para renovaciones.
64.500 MILLONES EN CIRCULACIÓN
Desde que esta línea de financiación fuera aprobada, el Gobierno ha activado ya tres tramos. El primero, por importe de 20.000 millones de euros, la mitad para pymes y autónomos y el resto para grandes empresas. El segundo de 20.000 millones se destinó íntegramente a pymes y autónomos. El tercero reparte 10.000 millones entre pymes y autónomos, 10.000 millones para empresas de mayor tamaño, 4.000 millones para garantizar las emisiones de pagarés por empresas no financieras en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) y 500 millones para reforzar los avales concedidos por la Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA).
No obstante, las asociaciones consideran que no son suficientes y demandan, en el caso de ATA, que se pongan en movimiento el total de los 100.000 millones de euros comprometidos. Desde Cepyme son más ambiciosos y piden al Gobierno que duplicar los avales ICO hasta los 200.000 millones.