Las claves del gran debate Trump-Harris que puede decidir la carrera presidencial

Hay morbo alrededor del encuentro porque las encuestas no pueden estar más ajustadas y porque el anterior debate fue un desastre para Joe Biden y le costó su candidatura. Ahora habrá que ver si Trump aguanta el tipo -algunos creen que su actuación de finales de junio estuvo lejos de ser brillante- y si Kamala está a la altura de todas las expectativas que se han generado en torno a ella, unas expectativas alimentadas con ímpetu en la Convención Demócrata de finales de agosto, cargada de famosos que han salido a la palestra para darle su apoyo.

LAS CLAVES DEL SUPERDEBATE

- Revés de última hora a Harris. Por primera vez desde que se convirtió en la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris ha sufrido una caída en las encuestas. Una encuesta del New York Times muestra a Donald Trump superando a Harris con un 48% de los apoyos frente al 47%. "Esto podría representar el fin de un periodo de luna de miel para la vicepresidenta", escribe The Telegraph.

Con todo, las encuestas están ajustadísimas y, como pasó cuando Trump y Joe Biden se enfrentaron a finales de junio, el mundo espera que este cara a cara tenga un impacto muy importante en la carrera presidencial. "Es probable que el debate de mañana (hoy) tenga un impacto significativo en el resultado de las elecciones presidenciales", comenta Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier.

Es probable que este sea el único debate antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre

"Aunque algunos argumentan que los debates no se correlacionan con los resultados electorales (Hillary Clinton ganó todos sus debates contra Trump en 2016), Kamala Harris sigue siendo una figura desconocida para el público estadounidense. Si logra una buena actuación hoy por la noche, podría ayudar a que su campaña recupere impulso positivo, el cual ha disminuido en las últimas semanas", afirma Kathleen Brooks, directora de análisis de XTB.

2. La faceta como fiscal de Harris, una amenaza para Trump. Es probable que este sea el único debate antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. El New York Times dice que Harris se ha encerrado durante cinco días en un hotel en Pittsburgh y ha reproducido los distintos escenarios de la confrontación con un doble de Trump que viste y habla como él. Por su parte, Donald Trump parece que opta más por la improvisación, pero sus asesores están preocupados por la faceta de fiscal de Kamala y por cómo podría atacarle a través de sus problemas judiciales.

"La experiencia de Harris como fiscal en California la convierte en una amenaza para Trump en este debate, y podría contrarrestar parte de su fanfarronería, lo que podría darle ventaja", escribe Kathleen Brooks.

3. El nivel de radicalidad de los candidatos. A buen seguro que Trump atacará a Kamala con el mensaje de que sus ideas políticas son extremistas. De hecho, ya que se ha referido en multitud de ocasiones a ella como "marxista radical" o "comunista". En este sentido, el famoso inversor Ray Dalio sí se muestra preocupado sobre "cuán a la izquierda se encuentra Kamala Harris".

En un comentario publicado en LinkedIn este pasado mes de agosto, Dalio dice que "no hay duda de que Kamala Harris es una candidata efectiva por varias razones, como ser inteligente y tener una sonrisa radiante que siempre muestra", pero al mismo tiempo comenta que "la gran e importante pregunta es cuál será la ideología principal que representará".

"Entre ahora y las elecciones aprenderemos más sobre su ideología. (...) Esto es muy importante. (...) Para tomar mi decisión, tendré que decidir esto".

En esta etapa del proceso electoral, los expertos políticos hablan de la conveniencia de que, tanto Trump como Harris, parezcan lo más moderados posible en cuanto a su ideología política. Es probable que opten por mostrarse así en el debate de hoy. "Ya tienen a los extremistas de su lado y necesitan atraer a los votantes indecisos que son moderados", afirma Dalio.

4. Los programas económicos: atentos al impuesto de sociedades. El impuesto de sociedades es uno de los proyectos económicos estrella de ambos candidatos. Mientras Kamala Harris quiere aumentarlo del 21% al 28%, Donald Trump ha dicho que lo rebajará al 15%, pero solo para las compañías que fabriquen en EEUU.

El impuesto de sociedades es uno de los proyectos económicos estrella de ambos candidatos

Pero esta no es la única medida económica. La prestigiosa Wharton School de la Universidad de Pensilvania ha analizado recientemente los programas de uno y otro y, sobre todo, el impacto económico de los mismos. En cuanto al impacto sobre el crecimiento en comparación con la legislación actual, los investigadores estiman que el programa de Kamala Harris tendría un efecto significativamente negativo a corto, medio y largo plazo, mientras que el programa de Donald Trump tendría un efecto positivo sobre el crecimiento a corto plazo y un efecto negativo a medio y largo plazo, aunque de una magnitud muy inferior.

Por el contrario, el programa del expresidente Trump se considera mucho más costoso para las finanzas estadounidenses que el de la actual vicepresidenta. El estudio especifica que las medidas de subida de aranceles anunciadas por Donald Trump no se tienen en cuenta en el cálculo, debido a la falta de precisión sobre los detalles de estas y a la incertidumbre sobre los posibles efectos secundarios, en particular las medidas de represalia que podrían adoptar los países afectados. "Sin embargo, hay pocas posibilidades de que esta parte del programa de Trump pueda compensar la considerable brecha en términos de ampliación del déficit calculada por la Wharton School: 5,8 billones de déficit adicional hasta 2034 para el programa de Trump, frente a los 1,2 billones del programa de Harris", explica Enguerrand Artaz.

"Al final, la confrontación de los dos programas puede resumirse en este duelo: más crecimiento a corto plazo frente a más sostenibilidad fiscal a largo plazo", apunta Artaz.

Dice el gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier que, aunque los economistas preferirán sin duda la segunda solución, los mercados financieros están mucho más centrados en el corto plazo, máxime cuando el programa de Kamala Harris incluye una serie de medidas "muy desfavorables para las empresas: subida del impuesto de sociedades del 21% al 28%, aumento del tipo impositivo sobre los beneficios obtenidos en el extranjero del 10,5% al 21%, multiplicar por cuatro el impuesto sobre la recompra de acciones del 1% al 4%...". Todas estas iniciativas, comenta Artaz, serán probablemente recibidas "con algo más que frialdad por las bolsas estadounidenses".

Por otro lado, una victoria de Kamala Harris en las elecciones presidenciales no significaría una aplicación rápida y automática de estas medidas.

"En realidad, todo dependerá de la composición del futuro Congreso, que será el único que podrá aprobar cambios legislativos, con la excepción de las medidas de política exterior (incluidos los aranceles), que siguen en manos del presidente".

"Un Congreso controlado por los republicanos, como ocurrió cuando Bill Clinton fue reelegido en 1996, o simplemente dividido, limitaría enormemente el margen de maniobra de Kamala Harris si fuera elegida. En particular, el aumento del impuesto de sociedades, que probablemente sería una línea roja para los republicanos".