El BCE dice que ser "prudente" ante la incertidumbre "no equivale a ser gradual" con los recortes
Las actas de la última reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), celebrada el pasado 6 de marzo, recogen las dudas por las probables pertubaciones derivadas de los aranceles de EEUU y su impacto en el crecimiento y la inflación. Por ello, desde esta perspectiva, el organismo indica "que ser prudente frente a la incertidumbre no equivale necesariamente a ser gradual en el ajuste de los tipos de interés".

De hecho, en el cónclave se puso de manifiesto la opinión de que ya "no estaba claro" si la política monetaria seguía siendo restrictiva. "Dado que la última subida de tipos había sido 18 meses antes, y el primer recorte nueve meses antes, se sugirió que la balanza se estaba inclinando cada vez más hacia la transmisión de recortes de tipos".
Así, "casi todos" los miembros apoyaron la propuesta de Lane de reducir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos. "La reducción del tipo de interés de la facilidad de depósito -la tasa a través de la cual el Consejo de Gobierno orientó la orientación de la política monetaria- se justificó por la evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria", afirma el banco central.
De cara al futuro, desde el organismo señalan "que las probables perturbaciones en el horizonte, incluidas las derivadas de la escalada de las tensiones comerciales y la incertidumbre en general, corrían el riesgo de afectar significativamente al crecimiento. Se argumentó que estos factores podrían aumentar el riesgo de que no se alcanzara el objetivo de inflación a medio plazo".
Además, sostiene que, precisamente por los altos niveles de incertidumbre, en particular en relación con las políticas comerciales, la evolución de la política fiscal y la rigidez de los servicios y la inflación interna, "exigían cautela en el establecimiento de políticas y, especialmente, en la comunicación".
De hecho, algunos miembros subrayaron que sólo podían apoyar la propuesta de reducir los tipos de interés en otros 25 puntos básicos si también se producía un cambio en la comunicación que evitara cualquier indicación de futuros recortes o de la dirección futura del viaje, "lo que se consideraba similar a proporcionar una orientación futura".
En términos más generales, el BCE vio importante que el comunicado sobre la decisión adoptada no enviara una señal en ninguna dirección para la reunión de abril, con un recorte y una pausa sobre la mesa, dependiendo de los datos entrantes.
"Los miembros reiteraron que el Consejo de Gobierno sigue decidido a garantizar que la inflación se estabilice de manera sostenible en su objetivo del 2 % a medio plazo. Sus decisiones sobre los tipos de interés seguirían basándose en su evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la fuerza de la transmisión de la política monetaria".
Del mismo modo, y en vista de que "la incertidumbre era particularmente alta y iba en aumento debido a las crecientes fricciones en el comercio mundial, los acontecimientos geopolíticos y el diseño de políticas fiscales para respaldar el aumento del gasto en defensa y otros gastos. Esto puso de relieve la importancia de seguir un enfoque basado en los datos y en cada reunión para determinar la orientación adecuada de la política monetaria", concluye el BCE.