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11/04/2025 21:42:00

La rentabilidad del bono de EEUU ronda el 4,5% tras la respuesta arancelaria de China

Las rentabilidades de los bonos estadounidenses han vuelto a subir con fuerza. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha superado el 4,7% después de la última respuesta arancelaria de China, que ha elevado las tarifas sobre las importaciones de productos de Estados Unidos al 125%.

La rentabilidad del bono de EEUU ronda el 4,5% tras la respuesta arancelaria de China

Con todo, el gigante asiático ha anunciado que no seguirá subiendo los aranceles al país norteamericano. "Incluso si Estados Unidos continúa imponiendo aranceles más altos, ya no tendrá sentido económico y se convertirá en una broma en la historia de la economía mundial", ha informado la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado en un comunicado este viernes.

"Dado que ya no existe ninguna posibilidad de aceptación en el mercado para los productos estadounidenses exportados a China bajo los niveles arancelarios actuales, si la parte estadounidense continúa imponiendo aranceles a los productos chinos exportados a EEUU, la parte china no les prestará atención", ha agregado el organismo.

Asimismo, el Ministerio de Comercio chino ha declarado que el uso reiterado de aranceles excesivamente altos por parte de Washington se ha convertido en poco más que un juego de números, sin relevancia económica y que revela su uso de los aranceles como herramienta de intimidación y coerción. "Se ha convertido en una broma", han sentenciado.

Precisamente con este conflicto entre potencias mundiales se puede explicar la caída de los bonos y su consiguiente aumento de las rentabilidades. Y es que se cree que China podría haber propiciado el aumento de las rentabilidades y, en última instancia, esto habría empujado a Trump a frenar la escalada de tensión en la guerra comercial.

¿QUÉ ESTA PASANDO?

Tradicionalmente vistos como un refugio en tiempos de turbulencia financiera, los bonos del Tesoro están mostrando ahora un comportamiento atípico. En lugar de subir de precio, están cayendo y otros activos refugio como el oro están capitalizando esta situación. ING pronostica que la demanda de activos seguros se mantendrá hasta que no se tenga certeza de cuál es el desenlace de esta situación.

Este movimiento aparentemente contraintuitivo ha reavivado las dudas entre los inversores sobre si los bonos del Tesoro pueden seguir considerándose un refugio fiable en momentos de gran incertidumbre como el actual, marcados por la guerra comercial. En este sentido, la pausa arancelaria anunciada por Trump el miércoles podría estar dando algunas pistas de por dónde van los tiros.

"Incluso para un presidente famoso por sus bandazos políticos, el anuncio de que suspendía sus aranceles recíprocos durante tres meses supuso una sorprendente marcha atrás de un plan que parecía haber apoyado plenamente solo un día antes y se produjo cuando su propio representante comercial estaba testificando en el Capitolio sobre los beneficios de los aranceles, lo que parece haberle pillado desprevenido de la pausa", escribían esta semana en CNN.

Tras anunciar la pausa de 90 días de los aranceles recíprocos al resto del mundo, Trump afirmó que "estaba observando el mercado de bonos, el mercado de bonos es muy delicado. Pero si lo miras ahora mismo, es hermoso. El mercado de bonos ahora mismo es hermoso, pero sí, vi anoche que la gente se estaba poniendo un poco nerviosa".

Para Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, las declaraciones de Trump muestran que "la línea roja fueron los mercados de bonos soberanos". "Fue la venta masiva repentina de bonos del Tesoro estadounidense en los últimos días lo que finalmente hizo que Donald Trump diera un paso atrás en su estrategia arancelaria. No le importó la caída del mercado accionario, ni la ola de aversión al riesgo global, y probablemente se alegró al ver cómo se desplomaban los activos chinos y el petróleo. Pero la liquidación en los bonos del Tesoro de EEUU elevó la presión a un nivel que aparentemente se volvió insoportable, incluso para Trump", argumenta.

"El hecho de que la volatilidad se esté extendiendo a los mercados de bonos gubernamentales no es una buena señal, porque afecta precisamente a las partes del mercado que los gobiernos quieren mantener seguras, como los fondos de pensiones. Por eso creo que si el retroceso de Trump no logra calmar los nervios de los inversores en bonos, la siguiente en intervenir será la Reserva Federal (Fed)", destaca Ozkardeskaya.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE CHINA?

Pero ¿qué tiene que ver China en todo esto? Pues es posible que bastante. Ayer, los mercados especulaban con que el gigante asiático, el segundo mayor tenedor extranjero de bonos del Tesoro de EEUU, habría estado deshaciéndose de estos activos en grandes cantidades. Ello, provocó la ya mencionada tensión en el mercado, y también abre una nueva vía en esta guerra comercial: el uso de la deuda soberana como arma geopolítica.

Y es que una eventual venta masiva de bonos por parte de China podría alterar el valor del dólar, encarecer la financiación del déficit estadounidense y generar inestabilidad en los mercados globales. En otras palabras, Pekín podría estar intentando asestar un golpe silencioso pero demoledor al sistema financiero estadounidense justo en el momento más vulnerable de la presidencia de Donald Trump.

"China podría estar vendiendo bonos del Tesoro en represalia", afirma Ataru Okumura, estratega senior de tasas de interés en SMBC Nikko Securities. De ser así, China tendría un incentivo para mostrar "que no dudará en provocar turbulencias en el mercado financiero global con tal de mejorar su poder de negociación frente a Estados Unidos".

A su vez, Meghan Swiber, estratega de Bank of America, destaca que también ha comenzado a reducir sus posiciones. Esta experta destaca que la posibilidad de que el déficit comercial de EEUU se reduzca, impulsado por los aranceles, podría disminuir sustancialmente la necesidad de que los compradores extranjeros mantengan reservas en activos denominados en dólares.

Cómo les explicábamos ayer, China ha mantenido durante décadas una posición clave como financiador del déficit estadounidense. A lo largo de los años, ha acumulado hasta 1,3 billones de dólares en bonos del Tesoro, aunque esa cifra ha caído paulatinamente hasta situarse en 761.000 millones a principios de 2024, según datos del Departamento del Tesoro de EEUU. En concreto, el Departamento señala que las tenencias han caído a su nivel más bajo desde 2011.

Por ello, resulta difícil pensar que el motivo de esta desinversión haya sido meramente económico. En un contexto de guerra arancelaria exacerbada, con EEUU elevando al 125% las tarifas a la importación de productos chinos, la reducción en la tenencia de deuda se percibe como un movimiento intencionado. La amenaza tácita de liquidar bonos a gran escala puede ser una estrategia para elevar los rendimientos y dificultar las futuras emisiones del Tesoro.

No obstante, esto puede ser también un arma de doble filo que acabe dañando al gigante asiático. Judith Arnal, del Real Instituto Elcano, recuerda que las tenencias chinas representan menos del 3% del total de deuda pública estadounidense y solo el 9,6% de la deuda en manos extranjeras. Esto significa que un impacto devastador, aunque posible, no es inminente ni garantizado.

Además, gran parte de estos bonos se utilizan como colateral financiero, lo que dificulta su liquidación masiva sin consecuencias negativas también para China. La interdependencia financiera es tal que el uso de esta arma podría tener un efecto bumerán.

¿QUÉ OPINAN LOS ANALISTAS?

Algunos estrategas no tienen claro que estos movimientos tengan que ver con China, sino con la divergencia en los movimientos de los rendimientos de los bonos del Tesoro a diferentes plazos.

Es el caso de Prashant Newnaha, estratega de TD Securities, quien destaca que China ha estado ralentizando sus compras en los últimos años y lo más probable es que también haya acortado la duración de sus tenencias. Para este experto, si China estuviera vendiendo, los rendimientos de corto plazo "deberían estar más altos, pero no lo están, por lo que dudamos que China esté vendiendo".

"Esta venta masiva de bonos del Tesoro se concentra principalmente en los tramos largos de la curva, lo que refleja una reasignación más amplia de los inversores", afirma Newnaha. En este sentido, los rendimientos de los bonos a cinco años han subido 36 puntos básicos esta semana, el mayor aumento desde marzo de 2022. En comparación, los de los bonos a 30 años han subido 48 puntos básicos.

En este sentido, Bloomberg señala que el panorama se complica todavía más debido a que las tenencias atribuidas a países como Bélgica se consideran vinculadas a cuentas de custodia en China… y estas han aumentado.

Christopher Wood, director global de estrategia de acciones de Jefferies, duda de que haya una venta en represalia de las tenencias chinas de bonos del Tesoro a pesar de la provocación de los aranceles. Según este analista, lo más probable es la desaparición de una popular operación de arbitraje entre bonos del Tesoro al contado y futuros. "La otra explicación más plausible es la venta forzada provocada por jugadores altamente apalancados, donde los inversores buscan obtener rentabilidad absoluta. Este tipo de estrategias de arbitraje han representado una proporción creciente de la propiedad extranjera de bonos del Tesoro", detalla.

De su lado, Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management, opina que esta situación manda señales contradictorias y que el mayor desafío en estos momentos "no es filtrar el ruido, es leer el mercado". "Cuando has estado programado toda tu carrera para tratar a los bonos como una señal y, de repente, dejan de serlo, es cuando te das cuenta de que estamos improvisando, reconstruyendo la matriz de correlaciones sobre la marcha", apunta.

"Cuando los bonos del Tesoro de EEUU —y por extensión el dólar— dejan de comportarse como la red de seguridad global, los mercados comienzan a buscar desesperadamente botes salvavidas líquidos. Y aunque no hay muchas opciones que cumplan con todos los requisitos, hay argumentos a favor de algunos activos. El orden de preferencia cambia: los bonos alemanes (bunds) y el euro suben en la lista como las siguientes mejores jugadas líquidas. ¿El oro? Luce espectacular aquí — pero es una cobertura, no una base", explica Innes.

Según este estratega, "todo" el mercado está apostando "a que la Reserva Federal (Fed) intervendrá como en 2019". De hecho, en estos momentos se descuentan entre 3 y 4 bajadas de los tipos de interés en función del daño que haga Trump, quien está tratando de forzar al presidente Jerome Powell a bajar el precio del dinero.

"Es poco probable que la Fed intervenga ahora... pero ya han cedido antes bajo menos presión. Si algo se está rompiendo bajo la superficie —y el funcionamiento interno del mercado de bonos huele a eso— la respuesta podría no venir del podio de Powell, sino de un rumor estratégico que se aprecie rápidamente. ¿A corto plazo? Es un escenario de aguantar la respiración", agrega Innes.

En este sentido, Neel Kashkari, presidente de la Fed de Mineápolis, ha explicado en un reciente artículo sus motivos para no bajar los tipos de interés este año, ya que el banco central debe mantener ancladas las expectativas de inflación a largo plazo. "El listón para recortar los tipos, incluso ante el debilitamiento de la economía y el posible aumento del desempleo, es más alto", concluye.


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