La industria manufacturera de la eurozona sigue lastrada por Alemania y Francia
La recesión en el sector manufacturero de la eurozona no se profundizó más en octubre, a pesar de que la desaceleración continuó en el cuarto trimestre. Según el índice PMI, la industria continúa sufriendo el fuerte lastre de Alemania y Francia, donde las contracciones se mantuvieron fuertes.
Por el contrario, el país con el mejor resultado fue una vez más España, que registró el incremento más rápido de las condiciones industriales desde febrero de 2022.
En la eurozona, el índice PMI del sector manufacturero aumentó de 45 registrado en septiembre a 46 en octubre. Aunque todavía se sitúa por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, el alza del índice reveló una moderación del deterioro en la industria manufacturera de la zona euro.
El ritmo de declive en general también fue el más lento desde mayo. Aun así, la cifra inferior a 50 registrada en octubre marcó el vigésimo octavo mes consecutivo en el que la salud de la economía del sector manufacturero se ha deteriorado e indica la desaceleración más prolongada desde que se recopilaron los datos de la encuesta por primera vez en 1997.
En Hamburg Commercial Bank comentan que "se aprecia una buena noticia en estos datos: la recesión en el sector manufacturero no se profundizó más en octubre". Como resultado, a juzgar por su estimación en tiempo real del PIB, que tiene en cuenta muchos otros indicadores además del PMI, creen que la producción industrial podría contraerse un 0,1% en el cuarto trimestre.
En concreto, los niveles de producción industrial siguieron disminuyendo en la zona euro en octubre. Aunque el ritmo de contracción se ralentizó desde septiembre, fue sólido y en líneas generales estuvo en concordancia con el promedio observado durante la secuencia actual de 19 meses de declive.
Las líneas de producción volvieron a verse afectadas por la falta de nuevos pedidos recibidos, incluso del extranjero. Los nuevos pedidos recibidos en total se redujeron al comienzo del cuarto trimestre, aunque la magnitud de la caída fue la más suave desde junio. Los últimos datos de la encuesta revelaron que los fabricantes de la zona euro volvieron a recortar su actividad de compras, tal y como lo han hecho ininterrumpidamente desde julio de 2022.
En medio de esta reducción sostenida de la compra de insumos, las existencias de materias primas disminuyeron a un ritmo pronunciado. No obstante, las empresas encuestadas informaron de retrasos en las entregas de los proveedores por segundo mes consecutivo. Sin embargo, el grado en que se alargaron los plazos de entrega fue solo marginal.
El empleo se redujo de nuevo al comienzo del cuarto trimestre. A pesar de haberse ralentizado, la tasa de destrucción de empleo se mantuvo cerca del récord de 49 meses registrado en septiembre. Se produjo otra marcada caída en la capacidad de dotación de personal en medio de un nuevo declive pronunciado de los pedidos pendientes de realización y un deterioro en la confianza empresarial. Cabe destacar que las expectativas de crecimiento de los fabricantes de la zona euro fueron las más débiles en un año.
Mientras tanto, tal y como también ocurrió en el período anterior de la encuesta, los costes a los que enfrentan las empresas manufactureras de la zona euro disminuyeron en octubre. La reducción fue modesta, pero la más rápida desde marzo. Los encuestados optaron por compartir la disminución de los precios de los insumos con sus clientes, ya que los precios cobrados por los productos se redujeron al ritmo más fuerte en seis meses.
SIN PERSPECTIVAS POSITIVAS
Los expertos de Oxford Economics consideran que el sector manufacturero de la eurozona "no tiene muchas perspectivas positivas al comienzo del cuarto trimestre": "El PMI manufacturero de la eurozona es muy débil".
Señalan que el sector sigue afectado por los altos costes de financiación, pese a que el Banco Central Europeo (BCE) ha empezado a recortar los tipos. "Además de pesar sobre la planificación de las inversiones, los elevados tipos de interés siguen fomentando importantes reducciones de inventarios, ya que normalmente se financian con préstamos a corto plazo. Esto, unido a la disminución de las esperanzas de un fuerte repunte del consumo, significa que una recuperación sostenida de la producción industrial sigue siendo difícil de alcanzar en el corto plazo", dicen.
Además, las débiles perspectivas también se ven agravadas por un ritmo casi récord de eliminación de puestos de trabajo. "Los mayores costes laborales y la débil demanda están dificultando a las empresas retener a la mano de obra. Esto significa, a su vez, que las reducciones de los costes de los insumos en otros sectores se están trasladando a los consumidores para retener la cuota de mercado en un entorno de demanda débil, pero esto se produce a expensas de los márgenes de beneficio", comentan.