Los economistas prevén una caída del PIB del 10,8% en 2020 y una tasa de paro del 22%
El Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá en torno al 10,8% en 2020, con una recuperación en 2021 alrededor del 3,5%, mientras que la tasa de paro se situará a final de año entre el 21% y el 22%, con una reducción en 2021 hasta el 17%. Son las estimaciones realizadas por el Consejo General de Economistas, después de que este jueves se haya conocido que la economía española registró un desplome histórico del 5,2% en el primer trimestre por el impacto del Covid-19.
"Los efectos de la pandemia en nuestra economía ya se empiezan a vislumbrar", pero "todavía existe mucha incertidumbre sobre la duración de la crisis sanitaria y, por tanto, de la recuperación de la actividad económica", señalan los economistas en un comunicado.
Consideran que será a lo largo de este trimestre y el siguiente cuando se reflejarán más ampliamente aún los efectos de esta crisis en el empleo, el consumo, la inversión o las exportaciones. Mención aparte cabe hacer del turismo, que con un peso de entre el 12% y el 13% en el sector servicios, "es uno de los sectores más afectados por esta crisis y, de los que más difícil tiene la remontada".
El déficit se incrementará hasta el 15% y la deuda podría centrarse en el 113% del PIB
Respecto al déficit, prevén que se incrementará hasta situarse entre el 13% y 15% mientras que la deuda, en el escenario más optimista, podría centrarse en el 113% del PIB. "Los próximos meses estarán marcados por una reducción de los ingresos públicos, fundamentalmente por la bajada de la recaudación de impuestos, y un incremento del gasto público para hacer frente a la emergencia sanitaria y social en primer lugar y también económica", destacan.
No obstante, la deuda se podría situar a final de año entre el 120% y el 125% del PIB si las necesidades de financiación ascienden a 300.000 millones de euros, que suponen un 25% de la deuda a finales de 2019. Por ello, creen que es "importante que se mantenga controlada la prima de riesgo, dado el aumento del déficit y deuda y la necesidad de que se sigan financiando a tipos muy bajos".
Así, afirman que las decisiones que se tomen en el seno de la Unión Europea son fundamentales para enfrentarse a esta recesión que afecta a todos los países y en mayor medida a España, Italia y Francia. "Esta situación, que ha paralizado a la sociedad, no solo la economía, con la particularidad que está afectando a todo el mundo y con fuerza a Europa, hace que los países estén buscando soluciones globales, tanto sanitarias, con los esfuerzos en investigación para encontrar lo antes posible vacunas y tratamientos, como económicas", concluyen.