Lagarde: "Una guerra comercial sería mala para todos, es mejor negociar con Trump"
"Una guerra comercial en general, sería negativa para todos, no solo para los destinatarios de los aranceles estadounidenses. Cuando se empieza a considerar una guerra comercial, pronto se puede ver una escalada, lo que en mi opinión es negativa en términos netos. Esto puede no beneficiar a nadie, ni a Estados Unidos ni a Europa, ni a nadie en realidad, ya que provocaría una reducción global del PIB".
Son las declaraciones de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), en una entrevista concedida este jueves al Financial Times.
La banquera ha añadido que "Donald Trump anunció claramente la semana pasada la magnitud de los aranceles que tiene en mente: 60% para China, 10-20% para el resto del mundo. Pero no ha sido muy específico sobre el alcance y la base sobre la que se aplicarían esos aranceles".
En su opinión, "los aranceles aplicados de manera amplia e indiscriminada producen ciertos efectos, pero los aranceles muy selectivos y específicos producirán un efecto diferente. Una cosa es si se aumentan los aranceles sobre ciertas categorías de productos, como creo que ha hecho la administración estadounidense, por ejemplo, con los vehículos eléctricos. Otra es si se aplican de manera amplia a todo lo que cruza la frontera. Sobre estos detalles aún no tenemos idea".
Lagarde ha añadido que "en lo que se refiere a los aranceles a las importaciones europeas (entre el 10 y el 20%), hay una diferencia del 100% entre ambos. Eso también es interesante. Creo que es indicativo del enfoque que supuestamente suele adoptar el presidente electo Donald Trump, que consiste en negociar. El hecho de que se establezca un rango significa que se está abierto al debate. Se está abierto a una distribución diferente de ese arancel en función de cuál será la base".
En este sentido, la dirigente ha precisado que "la Comisión Europea ha señalado que se está preparando, lo cual es bueno. Podríamos ofrecer comprar ciertas cosas a Estados Unidos y dar a entender que estamos dispuestos a sentarnos a la mesa y ver cómo podemos trabajar juntos. Creo que este es un escenario mejor que una estrategia puramente de represalia, que puede conducir a un proceso de ojo por ojo en el que nadie sale realmente ganando".
Por último, ha recordado que "la última vez, cuando se amenazó con imponer aranceles a Europa (sobre todas las categorías de acero), fue que la Comisión Europea adoptó la postura de sentarse a dialogar, no de tomar represalias, sino de negociar".