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22/04/2025 17:33:52

IAG, "la joya subestimada en el sector de las aerolíneas europeas"

“La economía puede titubear, pero el deseo de volar sigue elevándose por encima de las nubes”, escriben los analistas de Bank of America (BofA). Así, entre expectativas de verano y ecos de recesión, el último informe de la entidad sobre las aerolíneas europeas se convierte en un mapa para navegar el cielo cambiante del sector.

IAG, la joya subestimada en el sector de las aerolíneas europeas

LA PRIMAVERA QUE ENGAÑÓ A LAS TARIFAS

El primer trimestre de 2025 ha traído una sorpresa estacional: la Semana Santa, ese motor de escapadas y vuelos cortos, se ha desplazado a abril. El efecto ha sido inmediato. Las tarifas de las aerolíneas de bajo coste europeas han bajado respecto al trimestre anterior, aunque con un modesto aumento interanual del 1%. En contraste, las aerolíneas de red —como Lufthansa o Air France-KLM— han resistido mejor, beneficiadas por una demanda aún sólida y menos expuestas a las curvas del calendario.

“No es que el mercado esté flojo, es que ha llegado tarde”, reflexionan estos estrategas con ironía calculada. “El reloj del turismo se mueve al ritmo de las festividades y, este año, marzo se ha quedado corto de postales”.

Las estimaciones de beneficios (EBIT) para este trimestre, ajustadas por Bank of America, se sitúan un 1% por debajo del consenso —salvo en el caso de Wizz Air—. Pero el foco no está en el pasado inmediato. Lo que realmente está en juego es el verano.

VERANO A FUEGO LENTO: CAPACIDAD AJUSTADA, PRECIOS EN ALZA

Con la capacidad de vuelo aún limitada tras años de recortes, las aerolíneas esperan que los billetes se mantengan en precios altos. Esta tensión entre demanda contenida y oferta restringida podría ser el salvavidas de la rentabilidad en los próximos meses. Y los inversores ya están mirando hacia la temporada alta con prismáticos y nervios.

Bank of America no espera que las aerolíneas publiquen orientaciones anuales sobre beneficios, pero sí que se centren en los costes unitarios -especialmente los que no incluyen el combustible-. Aquí también hay espacio para maniobras estratégicas.

“Si el dólar sigue débil, algunas compañías podrían aprovechar para recortar costes sin tocar el servicio”, apuntan desde la firma. “El entorno exige precisión quirúrgica más que grandes revoluciones”.

CRUZANDO EL ATLÁNTICO: PERSISTENCIA EN TIEMPOS DE DUDAS

Una de las mayores preocupaciones ha sido la salud del tráfico transatlántico, sobre todo después de que varias aerolíneas estadounidenses recortaran rutas en marzo, afectadas por la caída de la demanda doméstica en EEUU y las sombras de los aranceles propuestos por el presidente Trump.

Sin embargo, la tormenta no ha cruzado el océano. Al menos no todavía. Tres señales clave mantienen a flote la esperanza: los comentarios positivos de las aerolíneas estadounidenses en sus resultados del primer trimestre, el crecimiento interanual del número de viajeros norteamericanos hacia Europa en marzo, y un índice RevPAR (ingreso por habitación disponible en hoteles) que sigue subiendo.

“Podemos temer por la marea, pero los barcos aún llegan al puerto”, sentencia el analista con tono filosófico. “Europa sigue siendo un imán cultural y eso, en años de incertidumbre, es casi una garantía”.

"UN MERCADO CASTIGADO QUE ESCONDE JOYAS"

A pesar de estos datos alentadores, el mercado ha respondido con cautela. Las acciones del sector aéreo han caído un 15% en el último mes, superando en pérdidas al índice STOXX 600. La razón principal: el temor a una caída en la demanda transatlántica.

No obstante, Bank of America destaca que "las valoraciones no están caras". El sector cotiza a un ratio EV/EBITDA de 3,6 veces, por debajo de su media histórica. Esto abre una ventana para los inversores pacientes.

“En tiempos de pánico, las oportunidades no gritan, susurran”, escribe estos expertos, casi como un verso. De hecho, sus estimaciones para 2025 sitúan los beneficios un 2% por debajo del consenso, con las mayores rebajas para Lufthansa y Air France-KLM, a las que mantiene con recomendación de "infraponderar".

IAG: "UN TESORO QUE AÚN NO DESPEGA"

Pero no todo el cielo está nublado. Bank of America señala a IAG —el grupo matriz de Iberia y British Airways— como su apuesta preferida. Sus acciones han rendido por debajo de otras aerolíneas de red en lo que va del año, algo que el informe califica de “injustificado”.

Con márgenes superiores, una sólida posición de balance y capacidad para devolver hasta un 9% de su capitalización en efectivo, "IAG se perfila como una joya subestimada". Además, cotiza a solo 5 veces su beneficio estimado para 2025, por debajo de su media histórica de 6,4x.

“IAG no necesita gritar para destacar; sus cifras hablan más alto que cualquier titular”, aseveran los citados expertos. “En un mundo de márgenes estrechos, su holgura financiera es oro en tiempos inciertos”.

ESCENARIO RECESIVO: LA PRUEBA DE FUEGO

El informe cierra con una advertencia sobria: la amenaza de recesión no se ha desvanecido. En ese contexto, algunas aerolíneas europeas son más vulnerables que otras. Lufthansa, en particular, muestra una alta sensibilidad a los cambios en los precios de los billetes. Si los consumidores recortan en ocio, sus márgenes podrían evaporarse más rápido que los de sus competidores.

“La historia económica nos enseña que los vuelos no son inmunes a las tormentas. Pero también que, tras cada recesión, el deseo de volar renace más fuerte”, reflexionan desde el banco.

UNA INDUSTRIA EN EQUILIBRIO PRECISO

Como trapecistas sin red, las aerolíneas europeas avanzan en una cuerda floja entre la recuperación pospandemia, los fantasmas de la inflación y los vientos cruzados de la geopolítica. Pero bajo esa tensión late un ritmo constante: la resiliencia de un sector que ha aprendido a reconfigurarse.

Si el verano cumple con las expectativas, los inversores podrán respirar aliviados. Si no, el juego volverá a depender de la agilidad estratégica, los recortes quirúrgicos y, cómo no, de la eterna promesa del próximo vuelo.

“Volamos porque creemos en el mañana”, concluyen desde Bank of America. “Y mientras haya destinos por descubrir, siempre habrá billetes por vender”.


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