Los analistas lo tienen claro: "El rally de Tesla aún no ha terminado"
Hay compañías que no necesitan una gran noticia para encender el motor; les basta un gesto, un rebote, una chispa en el gráfico. “La clave está en saber cuándo una acción deja de caer… y empieza a insinuar que quiere correr”, afirma Sam Quirke, analista de MarketBeat.

Eso es exactamente lo que está demostrando Tesla en el arranque de este mes de diciembre. La pregunta ahora es si este impulso es gasolina suficiente para cerrar el año en máximos.
EL REBOTE QUE CAMBIA EL HUMOR DEL MERCADO
El punto de inflexión se produjo en torno a los 390 dólares, un nivel que Tesla defendió con uñas, dientes y volumen comprador. Desde ahí, la acción se ha disparado hasta sobrepasar los 450 dólares, un salto del 15% (un 6% solo en la última semana) que no solo limpia el polvo del otoño, sino que restituye una tendencia alcista que muchos daban por agotada.
“La defensa del soporte y el giro del RSI muestran que los compradores han despertado”, explica Quirke, en referencia a unos indicadores técnicos que vuelven a pintar de verde el ánimo del mercado. La reciente señal de cruce alcista en el MACD añade un elemento más a la narrativa: Tesla vuelve a moverse como un valor con intenciones.
Por su parte, César Nuez, analista de Bolsamanía, lo sintetiza sin rodeos: “La superación de los 428,93 dólares es una demostración de fuerza; abre la puerta a un ataque a los máximos del año en 474,01 dólares”. Y añade el escenario que muchos inversores preferían no decir en voz alta: “Si bate los 488,54 dólares, el valor entrará en subida libre”.
LOS ANALISTAS SE COLOCAN DEL LADO ALCISTA
Cuando el precio se anima, Wall Street suele tomar nota. Y esta vez no ha sido diferente. En los últimos días, varias firmas han reiterado su confianza en Tesla. Mizuho mantiene su recomendación de sobreponderar con un precio objetivo de 475 dólares, mientras que Stifel Nicolaus dispara más alto: 508 dólares, lo que implica cerca de un 20% de subida potencial desde los niveles actuales. Coinciden, así, en que "el rally del grupo aún no ha terminado".
“Los proyectos clave avanzan, los costes se estabilizan y la hoja de ruta tecnológica toma forma”, sostiene Quirke, quien vincula este optimismo a la progresión del software de conducción autónoma y a los preparativos del próximo ciclo de vehículos. La lectura generalizada es clara: Tesla entra en 2026 con un perfil de crecimiento más sólido del que muchos esperaban hace apenas semanas.
LA OPERATIVA SE ENCIENDE: CHINA Y ROBOTAXIS AL ALZA
Más allá del ruido técnico y de las recomendaciones, lo que realmente sostiene el relato es el rendimiento operativo. En Austin, la compañía planea duplicar su flota de robotaxis en diciembre, una maniobra que Quirke describe como “una señal de confianza interna en un proyecto llamado a redefinir la movilidad urbana”.
China, por su parte, vuelve a comportarse como el pulmón comercial de la empresa. Las ventas de noviembre crecieron un 10% interanual, la segunda mejor cifra del año, demostrando que el músculo del gigante asiático no se ha debilitado pese a un entorno de precios feroz. “Es una recuperación que alimenta el relato de ejecución sólida”, apunta el experto.
EL LADO OSCURO DEL TABLERO: EUROPA NO ACOMPAÑA
Pero no todo son buenas noticias. Europa sigue pintando un paisaje áspero: las matriculaciones cayeron un 49% en Dinamarca y casi un 60% en Francia. Son mercados pequeños, sí, pero el mensaje no debe ignorarse.
“Si esta debilidad se extiende, la presión sobre márgenes podría reaparecer en 2026”, advierte Quirke, subrayando que el viejo continente se ha convertido en el eslabón más débil de la cadena de demanda.
¿QUÉ ESPERAR AHORA?
Para Tesla, el final de año no es un sprint, sino una prueba de resistencia psicológica: consolidar por encima de los 430 dólares permitiría confirmar que el rebote es algo más que un reflejo. De lograrlo, Nuez considera factible un recorrido inmediato hacia 474 dólares y, posteriormente, hacia el umbral psicológico de los 500 dólares.
“Cuando un valor recupera su tendencia, también recupera su narrativa”, sentencia Quirke. Quizá ahí esté la clave del momento actual: Tesla vuelve a comportarse como la Tesla que los inversores recuerdan.
CONCLUSIÓN: UN DICIEMBRE QUE HUELE A GIRO
El mercado necesitaba una señal, y Tesla la ha dado. Resiliencia técnica, apoyo creciente de los analistas y mejoras operativas en los frentes cruciales han devuelto a la acción a un terreno donde la confianza vuelve a ser posible. Todavía quedan sombras -Europa no engaña-, pero la brújula del mercado vuelve a apuntar al norte.
Diciembre acaba de empezar, pero Tesla ya ha puesto la primera marca. Y, esta vez, el motor suena afinado.



