Santander cae un 20% desde máximos anuales y activa las alarmas en el Ibex
Santander acumula una caída del 20% desde sus máximos anuales. El desplome de uno de los valores directores del Ibex 35 ha activado las alarmas dentro del índice, ya que sus acciones se han hundido hasta el importante soporte técnico de los 3,70 euros. Y los analistas de Bolsamanía avisan de que, si pierde este nivel de precios con contundencia, ya no hay soportes relevantes hasta los 2,70 euros. El banco ha cedido un 1,97%, hasta 3,625 euros.
La crisis bursátil del banco cántabro ha reducido su valor de mercado hasta poco más de 60.000 millones de euros y, aunque es una situación compartida por el resto de bancos españoles y europeos, no deja de ser alarmante para accionistas e inversores de la entidad y del mercado nacional.
“O rebotamos desde aquí cuanto antes o mucho me temo que las caídas continuarán y no serán pequeñas”, advierte José María Rodríguez, experto de Bolsamanía, en referencia tanto a Santander como a Telefónica y al conjunto del Ibex.
La valoración media que realiza el consenso de las acciones de Santander ha descendido hasta 5 euros por título, después de que los expertos de UBS recortasen su precio objetivo a 12 meses hasta 4,30 euros por acción desde los anteriores 5,05 euros. Una rebaja de valoración que no ha sido la única que se ha producido en los últimos tiempos pese a que el consenso otorga un potencial alcista del 35% al valor, eso sí, desde el deprimido precio actual.
El banco aleman Deustche Bank rebajó su valoración hasta 4,90 euros desde 5,30 en su último análisis sobre la entidad, Barclays recortó su precio objetivo hasta 4,90 euros desde 5 euros; JPMorgan hasta 5 euros desde 5,20; Morgan Stanley hasta 5,30 desde 5,40; y la firma más pesimista, Jefferies, hasta 3,60 desde 3,70 euros. Una valoración esta última muy en línea con el actual precio de mercado.
Además de las peores previsiones que manejan los analistas por el impacto de la actual política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que continuará cuando Christine Lagarde ocupe el sillón de Mario Draghi a partir de octubre, las acciones del Santander se han visto afectadas por la crisis reputacional derivada del conflicto entre el banco y Andrea Orcel.
El banquero italiano ha presentado una demanda contra la entidad en la que exige el pago de 100 millones de euros por su frustrado fichaje como consejero delegado. Un nuevo frente legal abierto para la entidad que sigue acaparando titulares en los medios de comunicación y que no es precisamente un catalizador positivo para los títulos del banco.
Pese a que Santander se ha comprometido a pagar entre el 40% y el 50% de sus beneficios en dividendos a sus accionistas, el mercado está descontando un escenario aún más desfavorable para los bancos españoles y europeos.
Sin ir más lejos, la agencia Moodys ha recortado su visión sobre el sector hasta estable desde positiva, ya que los bancos están reduciendo la existencia de activos improductivos más lentamente. “Es probable que la rentabilidad se mantenga en los modestos niveles actuales”, señalaron sus expertos hace un par de semanas.
En este escenario, lo mejor que le puede pasar a Santander es aguantar el soporte de 3,70 euros, nivel que se corresponde con los mínimos de diciembre del año pasado. “Es crítico que se respeten los mínimos de diciembre, ya que por debajo no se observan soportes importantes hasta los mínimos del Bexit: los 2,70 euros”, casi un 30% por debajo del precio actual, concluye José María Rodríguez. Así que las alarmas en Santander (y en el Ibex) están totalmente activadas en pleno mes de agosto.