Moodys confirma el rating de Repsol en Baa1 por su "política financiera prudente"
Moodys ha ratificado la calificación de emisor a largo plazo de Repsol en Baa1 con perspectiva estable ante la expectativa de que mantenga su "política financiera prudente y su estructura de capital conservadora".

La agencia también ha mantenido el rating Prime-2 (P-2) de los pagarés comerciales a corto plazo emitidos por sus filiales garantizadas, Repsol International Finance BV y Repsol Europe Finance; las calificaciones (P)Baa1 del programa de pagarés europeos a medio plazo (EMTN) sénior no garantizados de Repsol Europe Finance y Repsol International Finance BV, así como el rating Baa1 de los pagarés sénior no garantizados.
Además, ha confirmado la calificación (P)P-2 de los otros a corto plazo de Repsol International Finance BV, la Baa3 de las subordinadas júnior y el rating Shelf (P)Baa1 de las emisiones sénior no garantizadas.
"Esta afirmación refleja nuestra expectativa de que Repsol mantendrá su ratio RCF/deuda neta por encima del 30% en los próximos 12 meses, asumiendo un precio de Brent de 60 dólares/bbl, un Henry Hub (HH) de 3,0 dólares/MMbtu y un margen de refino de 5 dólares/bbl en 2025", ha señalado Janko Lukac, vicepresidente senior y analista principal de Moodys Ratings para Repsol.
Y es que, tras unos resultados sin precedentes en 2022 y 2023, los beneficios y las métricas crediticias de Repsol se normalizaron en 2024. "El RCF/deuda neta ajustado por Moodys disminuyó desde niveles récord en 2022 y 2023 superiores al 100% hasta el 52,6% en 2024, superando nuestras expectativas para la calificación Baa1".
Por otro lado, desde la calificadora consideran positiva la decisión estratégica de Repsol de adoptar su modelo de negocio para la transición energética, desarrollando un negocio energético rentable y bajo en carbono.
"Se prevé que la inversión en capital se mantenga elevada en los próximos tres años, lo que generará un flujo de caja libre negativo en un escenario de precios del petróleo y márgenes de refino más bajos, y una distribución accionarial sin cambios, lo que reducirá la tesorería de la compañía. Repsol ha acumulado importantes reservas de efectivo en los últimos años para poder financiar cómodamente inversiones y distribuciones en momentos de precios del petróleo más bajos", han indicado en la agencia.
Por ello, esperan que Repsol "mantenga su política financiera prudente y su estructura de capital conservadora, reflejada en su capacidad para recortar dividendos e inversiones de crecimiento en periodos de precios del petróleo y el gas continuamente bajos, lo que respalda la calificación de emisor a largo plazo Baa1 de Repsol".
En Moodys, además, ponen el foco en que la liquidez de Repsol es "excelente", con 6.400 millones de euros en efectivo y equivalentes de efectivo a finales de diciembre de 2024 y acceso a 2.700 millones de euros en líneas comprometidas, que en combinación con un sólido flujo de caja operativo financiarán fácilmente el flujo de caja libre negativo en 2025 y 2026.
La perspectiva estable refleja las previsiones de la calificadora de que las métricas crediticias de Repsol "se mantengan en línea con las expectativas para la calificación Baa1 a lo largo del ciclo".
"La perspectiva también incorpora nuestra expectativa de que la sólida generación de flujo de caja operativo, en un contexto de diversos escenarios de precios del petróleo, junto con los elevados saldos de caja, financiará la remuneración a los accionistas y las inversiones para acelerar la transformación de la cartera hacia un negocio con bajas emisiones de carbono", ha concluido Moodys.