El sector manufacturero de la eurozona ahonda en su contracción en septiembre
El sector manufacturero de la zona euro cayó más profundamente en territorio de contracción al final del tercer trimestre. De hecho, el índice PMI cayó hasta su nivel más bajo en lo que va de año y se situó por debajo del promedio observado en el periodo actual de 27 meses de contracción. España fue la economía manufacturera con el mejor resultado.
"Es una verdadera lástima que España sea sólo la cuarta economía más grande de la zona euro. Aunque ha manejado sorprendentemente bien la desaceleración manufacturera mundial, España simplemente no tiene suficiente peso como para levantar al resto de la zona euro con ella", destacan en Hamburg Commercial Bank.
Es más, el sector manufacturero más grande la zona euro, el alemán, registró la contracción más pronunciada de las condiciones industriales en doce meses.
En concreto, el índice PMI del sector manufacturero de la zona euro cayó de 45,8 registrado en agosto a 45 en septiembre, indicando un deterioro marcado y acelerado de la salud de la economía del sector industrial, después de tres meses consecutivos sin registrar cambios. El ritmo de contracción fue el más rápido en lo que va de año.
"Según nuestro modelo de previsión en tiempo real, la producción industrial de la zona euro probablemente caerá alrededor del 1% en el tercer trimestre en comparación con el segundo trimestre. Debido a que los nuevos pedidos recibidos están reduciéndose rápidamente, podemos esperar otra caída de la producción hacia el final de año", añaden.
Los menores volúmenes de producción fueron debidos al entorno de la demanda predominante, que se deterioró aún más en septiembre. La última caída de los nuevos pedidos fue pronunciada y la más rápida desde diciembre de 2023. Los resultados de las ventas también se vieron afectados negativamente por las condiciones en el extranjero y los últimos datos de la encuesta revelaron una disminución acelerada de los nuevos pedidos del extranjero.
Las cifras también indicaron medidas de reducción generalizadas por parte de las fábricas de la zona euro en septiembre. Por ejemplo, la actividad de compras se contrajo al ritmo más rápido desde diciembre de 2023, mientras que los stocks de insumos y de productos terminados disminuyeron más rápidamente que en agosto.
Asimismo, la dotación de personal siguió reduciéndose y el ritmo general de recortes de empleo fue el más pronunciado desde octubre de 2012, excluyendo los meses afectados por la pandemia. Puesto que el nivel de nuevos pedidos disminuyó nuevamente, los productores de la zona euro hicieron nuevos avances en la reducción de sus carteras de pedidos por completar al final del tercer trimestre. El ritmo de reducción fue fuerte en general y el más intenso en lo que va de año.
Los costes de los insumos disminuyeron por primera vez desde mayo. Los precios cobrados por los productos de la zona euro también bajaron en septiembre, hecho que contrasta con agosto, cuando los precios de venta aumentaron por primera vez desde abril de 2023. En general, la tasa de reducción de los precios cobrados fue marginal, pero la más pronunciada en cuatro meses.
En lo que respecta al futuro, los fabricantes de la zona euro en promedio se mantuvieron ligeramente optimistas, puesto que la proporción de los que pronostican un crecimiento en los próximos doce meses todavía supera la de quienes prevén una contracción. De todos modos, el nivel de sentimiento positivo en general fue el más débil de los últimos diez meses y se situó marcadamente por debajo de la media a largo plazo de la serie.
"El Banco Central Europeo (BCE) se complacerá al ver que los precios de compra bajaron en septiembre, especialmente después de tres meses de aumento de precios. La caída de los precios del petróleo y el gas natural ayudó a reducir los costes de los insumos y las empresas repercutieron parte de esta reducción a sus clientes. Pero no nos relajemos demasiado: estas bajadas de precios podrían no durar. Debido a que la situación en Medio Oriente está empeorando, siempre existe la posibilidad de que los precios de la energía puedan dispararse de nuevo", avisan en Hamburg Commercial Bank.
Destacan también que lo que comenzó como un goteo lento de recortes de empleo a mediados del año pasado se ha convertido ahora en una reducción bastante significativa del empleo: "Probablemente esto se refleje pronto en las estadísticas oficiales del desempleo, menos actualizadas, que hasta ahora han sido bastante estables".
"No es solo la caída de la demanda lo que está afectando a las empresas, sino que también las firmas están afrontando problemas en las cadenas de suministro. Esta combinación es bastante rara y, en los últimos 30 años, solo la hemos visto realmente durante la pandemia. Por lo general, cuando la demanda cae, los problemas de los plazos de entrega tienden a aliviarse. Pero esta vez, desde junio, el índice que sigue las dificultades de las entregas ha estado cayendo junto con el de los nuevos pedidos y, por primera vez desde febrero, las empresas comentan que tienen que esperar aún más tiempo por los productos que en el mes anterior. Las tensiones geopolíticas en curso obviamente están pasando factura en este sentido", concluyen.