La inflación de la eurozona cae en septiembre al 1,8% y cumple con el BCE pese a los servicios
La inflación de la zona euro cae hasta el 1,8% en septiembre, por debajo del 2,2% de agosto, según la estimación preliminar publicada por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE). El dato cumple con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) al situarse por debajo del objetivo por primera vez en tres años.
Según sus últimas proyecciones, el personal técnico del organismo estima que la inflación general media será del 2,5% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 1,9% en 2026. En cuanto a la inflación subyacente, las previsiones apuntan a una tasa del 2,9% este año, del 2,3% en 2025 y del 2% en 2026.
Por componentes, los servicios vuelven a registrar la tasa anual más alta. En septiembre, se encarecieron un 4%, una décima menos que en el mes anterior.
Mientras, el precio de los alimentos, alcohol y tabaco subió un 2,4%, frente al 2,3% de agosto y el de los bienes industriales no energéticos se mantuvo estale, en el 0,4%. Por el contrario, el coste de la energía se abarató un 6%, frente a la bajada del 3% de agosto.
Descontando el impacto de la energía, los alimentos, el tabaco y del alcohol, la tasa de inflación subyacente se modera al 2,7% desde el 2,8% del mes previo.
Por países, las tasas más altas se registran en Bélgica (4,5%), Países Bajos (3,3%) y Estonia (3,2%). Por contra, Irlanda (0,2%), Lituania (0,4%) y Eslovenia (0,7%) tienen las tasas más bajas. Entre las principales economías de la eurozona, los precios se elevaron un 1,8% en Alemania, un 1,7% en España, un 1,5% en Francia y un 0,8% en Italia.
UN RECORTE DE TIPOS EN OCTUBRE ES MÁS PROBABLE
"En vista de que la inflación básica está cayendo lentamente en este momento, parece que el objetivo del 2% a medio plazo es alcanzable", comentan los analistas de ING, que creen que, como el BCE parece bastante convencido de que la inflación va en camino hacia el 2%, "la pregunta ahora es con qué rapidez quiere llevar los tipos de interés de nuevo a neutrales".
"Si mantiene los tipos de interés restrictivos durante demasiado tiempo cuando la economía ya se está desacelerando, corre el riesgo de empujar la inflación por debajo de su objetivo del 2%. Ahora que el crecimiento está bajo presión, parece que la puerta está abierta para que el BCE actúe más rápido. Si bien no parece un acuerdo cerrado, sí pone en juego la reunión de octubre para un posible aumento de la flexibilización", dicen.
Coinciden en esta visión en Oxford Economics: "El hecho de que la inflación de la eurozona haya caído por debajo del 2% en septiembre significa que creemos que es ligeramente más probable que el BCE proceda a recortar los tipos en la reunión de octubre".
Eso sí, destacan que como la inflación de los servicios se mantiene obstinadamente alta, la decisión de recortar o mantener los tipos es muy delicada.
"Ahora que la desinflación de los bienes básicos probablemente haya llegado a su fin, es esencial seguir avanzando en la reducción de la inflación de los servicios para reducir la inflación básica. El último tramo de la batalla contra la inflación está resultando en última instancia el más difícil, ya que la inflación de los servicios va a la zaga de una evolución ya muy lenta del crecimiento de los salarios y del mercado laboral. Si bien la inflación de los servicios se moderó, fue una caída marginal y todavía ronda muy por encima de los niveles que el BCE considera coherentes con su mandato de inflación a medio plazo", señalan.