El bitcoin vuelve a entrar en el club de los activos refugio y promete más máximos
El bitcoin no se ha mantenido al margen de las turbulencias en los mercados financieros de los primeros compases de agosto, causadas por el recrudecimiento de la guerra comercial entre EEUU y China y la decisión del país asiático de dejar caer al yuan. El activo digital por antonomasia también ha visto notables subidas, ha vivido momentos de volatilidad y ha exhibido un comportamiento que hace pensar a numerosos expertos que ha sacado a relucir su faceta de activo refugio.
La creación de Satoshi Nakamoto se mantiene con holgura por encima de la zona los 11.000 dólares, antes resistencia y ahora soporte, después de dejar un máximo en los 12.200 dólares, precio no visto desde inicios de enero. Pero lo que es más importante, ha confirmado que los alcistas han ganado la batalla por los 10.000 dólares, donde el precio se había visto anclado durante las tres últimas semanas.
Por encima de estos niveles “tenemos una figura de vuelta en doble suelo en la reina de las criptomonedas. Y lo cierto es que ha sido saltar por encima y dispararse", explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. "Correcciones puntuales aparte, lo cierto es que puede decirse que ya no hay resistencias importantes hasta los máximos anuales: los 14.000 dólares en números redondos”, explica el experto.
La cotización actual viene acompañada también de otro dato sin precedentes: el dominio del bitcoin en el mercado alcanza casi el 70%, un porcentaje no visto desde marzo de 2017, cuando 1.000 dólares compraban un bitcoin, antes de todo el subidón de hace dos años que lo llevó hasta los máximos históricos en diciembre de 2017, en los 20.000 dólares. El análisis técnico justifica que la divisa digital acabe buscando estos niveles, a juicio de Rodríguez.
Pero lo que llama la atención de los analistas es que el rally de esta semana “está completamente motivado por razones geopolíticas", apunta Naeem Aslam, analista de Think Markets. La escalada de tensiones entre China y EEUU se inició el pasado viernes, cuando el presidente estadounidense decidió imponer nuevos aranceles del 10% a productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares. Desde ese momento y hasta el hito en el precio de esta semana, la subida ha sido del 20%. Por contra, las bolsas se han llegado a dejar entre un 4% en el Dow Jones, por ejemplo, hasta un 7% en el Hang Seng, lo que demuestra que “los inversores colocan fondos en las 'criptos' cuando los mercados principales caen”, argumenta Marcus Swanepoel, consejero delegado de Luno.
Para el directivo de la firma especializada en criptomonedas, “la estrategia de usar el oro o el yen como valores refugio y al mismo tiempo comprar bitcoin u otro activo de cifrado para obtener un alto retorno está ganando adeptos”. El bitcoin “ha demostrado que es una buena opción de cobertura ante los riesgos del mercado”, elabora por su parte Tom Lee, analista de Fundstrat, “exactamente igual que el oro”. Y este comportamiento “incrementa las posibilidades de que los inversores lo consideren un activo de inversión similar a otros”, agrega.
Lee también observa una correlación entre el bitcoin y el oro. El metal amarillo se ha disparado a máximos de seis años, por encima de los 1.500 dólares en las últimas jornadas y, a pesar de que la moneda de Nakamoto ha corregido, el analista sostiene que el metal amarillo seguirá subiendo y tirará del carro de las criptomonedas.
Otros analistas cogen distancia con estas declaraciones y discuten que el bitcoin se pueda poner en el mismo saco de los valores refugio. “Es altamente discutible”, declara David Cheetham, analista de XTB, “a pesar de que no se puede negar la correlación”. Craig Erlam, analista de Oanda, es mucho más escéptico y recuerda que “hay numerosos casos en que el mercado se ha visto asolado por la aversión al riesgo, los 'safe havens' se han disparado y el bitcoin no”. “Las criptomonedas pueden tener muchas cualidades pero el papel de refugio, dada su volatilidad e impredecibilidad, no es una de ellas”, redondea.