Bitcoin: un apagón y la fría acogida de los futuros explican su descalabro
El bitcoin ha vuelto a protagonizar en las últimas jornadas uno de esos episodios de volatilidad que son frecuentes en el mercado de las criptos. En cuestión de una semana, la más negociada de las monedas virtuales ha cedido un 21% de su valor y su aspecto técnico no gusta a los analistas, quienes no descartan otro latigazo bajista de camino al fuerte soporte de los 6.000 dólares. Los motivos de la debilidad son varios y, como también es habitual, los expertos no se acaban de poner de acuerdo.
Los gráficos muestran que "el activo de cifrado ha sucumbido en su batalla por la media móvil de 50 días", explica Naeem Aslam, analista de Think Markets, dejando paso a una oleada de ventas "no vista desde noviembre de 2018". Pero el movimiento ha tenido catalizadores de peso, entre ellos un caída en la potencia de minado, en varios nodos al mismo tiempo, (lo que vendría a ser un apagón) y el escaso entusiasmo que han suscitado los futuros del bitcoin lanzados por el Intercontinental Exchange (ICE), propietario de la bolsa de Nueva York.
Empecemos por este último. Los fans de las monedas digitales habían vaticinado que los contratos de la plataforma Bakkt, respaldados por el propietario de Wall Street, abrían por fin las puertas al dinero institucional que tan largamente se ha resistido a este joven mercado. Se trata de un contrato de futuros de un día de duración con entrega física, lo que lo diferencia de los existentes en el Chicago Mercantile Exchange (CME) y el Chicago Board Options Exchange (CBOE).
Pero su debut ha sido "decepcionante", según Mati Greenspan, analista de eToro. La plataforma había comerciado 71 contratos en las primeras 24 horas de su lanzamiento. El segundo día se elevaban a 166, un síntoma claro de que "Wall Street no entiende al bitcoin", comenta este experto. Otras fuentes también explican que la lateralidad de precios de la reina de las criptos es la responsable de la apatía de los inversores institucionales: simplemente, no tienen prisa alguna. En definitiva, ha sido un claro caso de "buy the rumor, sell the news", redondea.
El experto en ctiptodivisas también refiere a otra cuestión que queda circunscrita al ámbito del minado del bitcoin, pero que sin duda ha afectado al precio: una caída mundial de la potencia computacional. Llegados a este punto, cabe recordar que la creación de Satoshi Nakamoto es la recompensa que se obtiene al conectar un ordenador a la cadena de bloques y realizar una serie de complejos problemas matemáticos para sustentar lo que también se conoce como blockchain. Este proceso de obtención de criptomonedas se llama minado.
Pues bien, los observadores del Blockchain han estado hablando durante semanas sobre un rápido aumento en la cantidad total de la potencia informática (hashrate) que los mineros están implementando actualmente para proteger la red. El 18 de septiembre alcanzó un máximo histórico de casi 103 quintillones de hashes por segundo, que al parecer es mucho, desde donde se desplomó.
"Se especulaba sobre lo que pudo haber causado el repentino apagón", comenta el analista de eToro. "Algunos adujeron a una ofensiva en China, mientras que otros señalaron cortes de energía en Canadá y Kirguistán. También se opina que la caída del hashrate fue en gran medida exagerada", explica el experto.
EL INICIO DEL IMPLEACHENT
Por último, no es despreciable una tercera teoría que explica el declive en el precio. El pronunciado movimiento bajista se inició en torno a precios de 10.000 dólares, pero no fue hasta la noche del martes que se incrementó. En los momentos más duros de la sesión, la divisa virtual llegó a marcar un mínimo de 8.105,26 dólares por bitcoin, su precio más bajo desde el pasado 13 de junio, y a acumular un retroceso en el día próximo al 17% -este lunes se cambia de manos en 7.875 dólares-.
La coincidencia de este desplome con la noticia del impeachment al presidente de los EEUU, Donald Trump, hace pensar a Greenspan que fue una de sus causas: "Se habla de que el bitcoin es un activo descorrelacionado, pero se puede relacionar perfectamente con las noticias de EEUU". "Los operaciones que negocian acciones y criptos bien podrían haber liquidado sus posiciones en las monedas virtuales para apoyar las órdenes margin call", relata.
Tras registrar una vertiginosa subida a finales de 2017 que la llevó a marcar máximos históricos en los 19.763,50 dólares por bitcoin en diciembre, su cotización fue retrocediendo a marchas forzadas a lo largo de 2018, año en el que llegó a caer hasta los 3.126,69 dólares en tan solo 12 meses.
En ese momento, los inversores atrapados en la moneda vieron como su activo comenzaba a recuperase de nuevo y, tras cinco meses consecutivos de subida, la cotización de la criptodivisa se revalorizó un más de un 300%, hasta alcanzar un máximo de 2019 en los 13.852,71 dólares en el mes de junio.
Ahora, "después de tres meses de números rojos acentuados con las caídas de esta última semana, el precio de la criptodivisa se ha alejado ya un 40% de dichos niveles", reflejan los analistas de IG Markets.